lunes, 6 de agosto de 2012

Cardo y Ortiga

Los inoportunos aranceles aduanales a paquetes y regalos de visitantes en Cuba ¿Necesidad de la economía o mala entraña?

Cultivo una rosa blanca
En Junio como en Enero,
Para el amigo sincero,
Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.

cardo y ortiga
El videíto que aparece al final comienza con una muchacha cargan- do las maletas con suministros para su hermano Miguel Ángel , que opera en Cuba un restaurante a la sombra de la “actualización” de la economía de las reformas de Raúl. Como desde los 60 y la “ofensiva revolucionaria” en el país no hay compañías privadas y las estatales hasta ahora no atienden a los cuentapropistas ni tienen con qué, el abastecimiento que lleva Cristina es vital para la subsistencia del negocio de Miguel Ángel.   
También se trata en el vídeo  del embargo y sus sorpresas, especialmente la importación de cientos de millones de dólares en alimentos que el gobierno de Cuba tiene que pagar antes de que los barcos abandonen Estados Unidos, a diferencia del comercio normal que otorga al menos créditos por 30 o 60 días. Por cierto que esa importación ha venido declinando desde el 2008 por falta de efectivo.
El videíto termina hablando de la esperanza que abren los cambios que se han registrado por las licencias para negocios particulares y la autorización a la compra y venta de autos y casas, entre otros.
Y he aquí que en los últimos dos o tres meses se han emitido resoluciones que gravan la entrada de suministros provenientes de cubanos y otros visitantes del exterior. Los impuestos son de tal envergadura que sin duda van a asfixiar esta vía de avituallamiento gratuito de alimentos.

Es obvio que ni el restaurante de Miguel Angel, ni la ponchera de Fulano, ni la peluquería de Mengana, ni las confecciones artesanales de Esperancejo van a poder sobrevivir.
Son medidas draconianas contra la entrada de suministros a particulares, mayormente de cubanos para con sus familiares, en circunstancias en las cuales el país requiere de insumos del extranjero y cuando supuestamente intenta aliviar las carencias de la población favoreciendo la iniciativa y la gestión popular mediante apertura  de los controles y restricciones estatales.

El portazo aduanal da en la cara del sector de la comunidad cubana en el exterior que ha mantenido la primacía de la familia sobre la política, a contrapelo de los que han hecho votos de no pisar Cuba ni enviar un kilo prieto mientras el gobierno de enero del 1959 permanezca  en el poder. Este último es el sector de exiliados a los cuales le arrancaron el corazón con que vivían en Cuba y cultivan cardo y ortiga. Al menos estos cardos y ortigas están mucho más justificados que el cardo y ortiga que cultiva el gobierno en la Habana.       

Resumen del vídeo:  Cristina acopia suministros para el restaurante del hermano en Cuba. Restaurante la Moneda Cubana que fundó el abuelo y fue intervenido y cerrado en 1964. Se ve la exportación legal de alimentos a Cuba por cargueros desde Estados Unidos y otras sorpresas del embargo.   5,6 MILLONES EN FRIJOLES; 94.8 EN MAIZ; 99.8 POLLO; 17.8 TRIGO. Exiliados afirman inimaginable pretender recuperación de propiedades a estas alturas y la voluntad de ayudar cuando la cooperación sea posible. La periodista, de ascendencia cubana, termina su crónica especulando sobre la expectativa esperanzadora de las reformas raúlistas. El documental tuvo su premier en marzo y fue producido a principios de año en plena aplicación de las curitas de esparadrapo antes de ser derramada el ármica de las nuevas resoluciones.  

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