...y ellos se juntan.
El héroe del "libertinaje de prensa", el australiano Julian Assange, que es reclamado por la justicia sueca por presuntos delitos sexuales contra dos mujeres, se refugió en la embajada del Ecuador en Londres cuando las autoridades inglesas lo iban a arrestar.
Su solicitud de asilo político ha sido correspondida con un resonante "sí, quiero" por parte del presidente de Ecuador, don Rafaelito Correa (PhD de la Universidad de Illinois).
Assange se hizo célebre como fundador y realizador de WikiLeaks, un sitio en la red dedicado a filtrar información "clasificada", sustraída de malas maneras de embajadas, gabinetes ministeriales, departamentos gubernamentales y cuanta institución oficial del entramado social global se hiciera vulnerable a su red de colaboradores espías, sobornadores, anarquistas, subalternos envidiosos y traidores y anti sistemas de toda laya.
El australiano se erigió con hechos en el adalid del periodismo libertino. Está el dicho de "siempre hay un ojo que te ve" y Assange aspiró a convertir su WikiLeaks en ese ojo. Sacó a la luz carticas de embajadores a sus gobiernos, supuestas revelaciones de la enfermedad de Hugo Chávez y, por supuesto, infinidad de documentos secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos, entre mucha banalidad chismográfica de la alta política.
Lo que le ronca es que Rafaelito Correa, el presidente ecuatoriano que acostumbra perseguir periodistas e imponerles multas multimillonarias por un "quítame allá esas pajas" metiera vela en un entierro que en todo caso corresponde a Suecia, Reino Unido y Australia. Ahora remueve OEA, UNASUR y la inefable ALBA sonando los tambores de la guerra de civilizaciones, que azuzan sobre todo él, El Bobo Morales y el payaso itinerante y potentado petrolero Chávez Frías. Al canciller Bruno Rodríguez lo ninguneo, como se merece.
A esta bufonada se ha unido ¿Cómo podría no haber sido? el ex juez vedette Baltasar Garzón. Como abogado defensor de Assange, Garzón ha exigido garantrías mínimas a la justicia sueca, una de las más fiables del mundo. Vale recordar que el magistrado español fue separado de la judicatura, entre otros delitos, por haber puesto escuchas a conversaciones privadas entre acusado y defensor. Por eso digo que Dios los cría y el diablo los junta ¡Que tres perlas!
El australiano se erigió con hechos en el adalid del periodismo libertino. Está el dicho de "siempre hay un ojo que te ve" y Assange aspiró a convertir su WikiLeaks en ese ojo. Sacó a la luz carticas de embajadores a sus gobiernos, supuestas revelaciones de la enfermedad de Hugo Chávez y, por supuesto, infinidad de documentos secretos del Departamento de Estado de Estados Unidos, entre mucha banalidad chismográfica de la alta política.
Lo que le ronca es que Rafaelito Correa, el presidente ecuatoriano que acostumbra perseguir periodistas e imponerles multas multimillonarias por un "quítame allá esas pajas" metiera vela en un entierro que en todo caso corresponde a Suecia, Reino Unido y Australia. Ahora remueve OEA, UNASUR y la inefable ALBA sonando los tambores de la guerra de civilizaciones, que azuzan sobre todo él, El Bobo Morales y el payaso itinerante y potentado petrolero Chávez Frías. Al canciller Bruno Rodríguez lo ninguneo, como se merece.
A esta bufonada se ha unido ¿Cómo podría no haber sido? el ex juez vedette Baltasar Garzón. Como abogado defensor de Assange, Garzón ha exigido garantrías mínimas a la justicia sueca, una de las más fiables del mundo. Vale recordar que el magistrado español fue separado de la judicatura, entre otros delitos, por haber puesto escuchas a conversaciones privadas entre acusado y defensor. Por eso digo que Dios los cría y el diablo los junta ¡Que tres perlas!
La Guerra de Civilizaciones de Evo Morales
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