El mal uso del principio de autodeterminación de los pueblos como coartada de crímenes y causas injustas
La bandera agitada vuelve a ser la autodeterminación, pero el verdadero motivador es la insolidaridad. Me explico. España funciona gracias a los diversos aportes que realizan las provincias que la componen. Las que más riquezas generan, más aportan y esta riqueza se redistribuye entre todas. Las provincias que más aportes realizan al fisco son Madrid, Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana. La rabieta de Artur Mas, que le hizo anunciar que llevará la independencia a un inconstitucional referendo catalán fue la negativa del gobierno central a aceptar un “pacto fiscal” sin proporcionalidad, un pacto especial para Cataluña.
Permítanme parafrasear a Madame
Roland y exclamar sentidamente ¡Oh autodeterminación, cuántos crímenes se
cometen en tu nombre!
Ahora que
transcurre el 67o período de
sesiones de la Asamblea General de la ONU se presta para recordar que por la
tribuna planetaria, en estos 67 años
han desfilado cientos de déspotas que
han blandido el principio de autodeterminación como escudo protector para
cometer toda clase de tropelías, crímenes, opresión y otros desmanes contra sus
propios pueblos. Con mayor frecuencia lo han invocado como excusa, líderes timoratos o complacientes para no
incomodar a tiranos iracundos y vengativos capaces de abrir la caja de los
truenos contra sus países. Peor aún, aquellos que usaron de buen grado, sin miedo a represalias la “autodeterminación” como un manto
hipócrita para cubrir vilezas de otros por simple contubernio ideológico, entendido como
solidaridad.
De modo
que ese principio, una especie de ley de omerta barnizada, freno obsoleto a la
globalización, y ya degenerado en la práctica histórica por el mal uso y el
abuso, se ha convertido en mero recurso retórico de causas injustas.
Precisamente
en estos días sirve de tapadera para los que bajo un acceso febril motivado por
la crisis y el oportunismo político dan
pasos hacia la automutilación. El partido de gobierno en Cataluña, dirigido por
Artur Mas se apresta a conseguir la secesión de esa comunidad del Reino de España.
La quimera que alienta Artur Mas podría iniciar la desintegración del estado que
nos introdujo a todos los americanos en la edad moderna*, de convertirse en realidad.
Cuando los terroristas secesionistas del País Vasco expresan su voluntad de
abandonar las armas y el atentado asesino, algunos catalanes quieren imponer
una independencia “pacífica” pero inconstitucional.
La bandera agitada vuelve a ser la autodeterminación, pero el verdadero motivador es la insolidaridad. Me explico. España funciona gracias a los diversos aportes que realizan las provincias que la componen. Las que más riquezas generan, más aportan y esta riqueza se redistribuye entre todas. Las provincias que más aportes realizan al fisco son Madrid, Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana. La rabieta de Artur Mas, que le hizo anunciar que llevará la independencia a un inconstitucional referendo catalán fue la negativa del gobierno central a aceptar un “pacto fiscal” sin proporcionalidad, un pacto especial para Cataluña.
La ineptitud de un presidente de comunidad incapaz de manejar la crisis, la grave situación económica en Europa y en España en particular, y sobretodo la exaltación de la mezquindad y el egoísmo humanos están detrás de la reclamada autodeterminación de Cataluña. Próximamente atenderemos a las consecuencias inmediatas y ulteriores del aventurerismo del señor Artur Mas.
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* A pesar de las rabietas y pataletas retrógadas de Evo Morales, doctor honoris causa de la Universidad de la Habana y 19 universidades más. Mire usted.
1 comentario:
El Sr. Mas anda de abanderado del separatismo para disimular el resto de problemas que tienen en Cataluña, que son los mismos que en el resto de España: derroches a manos llenas por parte de la clase política, el desempleo galopante y pocas ideas para hacer frente a la crisis.
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