La tina de Paula en el caso de la política migratoria cubana
Paula Alí |
El año pasado se anunció por el
General al mando en Cuba que entre las
reformas contempladas para la “actualización” de la economía se hallaba una
pronta modificación de las obsoletas restricciones impuestas a la migración de
cubanos desde y hacia la isla. Pasó el VI Congreso del Partido, pasó el VII
período de sesiones de la Asamblea nacional de Cuba, el VIII, el IX y el tiempo,
y pasó un águila por el mar, o también,
como dijo Nicolás guillén,
El
tiempo corrió después,
*
corrió el tiempo sin cesar,
yo para allá, para aquí,
yo para aquí, para allá,
para allá, para aquí,
para aquí, para allá.
Nada sé, nada se sabe,
ni nada sabré jamás,
nada han dicho los periódicos,
nada pude averiguar,
corrió el tiempo sin cesar,
yo para allá, para aquí,
yo para aquí, para allá,
para allá, para aquí,
para aquí, para allá.
Nada sé, nada se sabe,
ni nada sabré jamás,
nada han dicho los periódicos,
nada pude averiguar,
de aquellas reformas migratorias que una vez oí anunciar.
Sin salida definitiva,
tarjeta blanca ni ná.
Libertad de movimiento,
Sin habilitado pa’entrar.
La semana pasada en una entrevista, el director del Centro de Estudios
Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, Antonio Aja, apeló al
utilitarismo para fundamentar la necesidad de la reforma migratoria, cuando
declaró: “Cuba debe apostar por la
circularidad y temporalidad de la persona, sin que ello signifique una salida
definitiva, para aprovechar las potencialidades de su población joven,
profesional, como lo hacen otros países, y ese es el caso de China y Vietnam”.
Como promedio,
durante la última década han salido del país unas 35.000 personas al año, y los
39 263 del año 2011 constituye el pico más alto del saldo migratorio externo desde
1994, cuando tuvo lugar la denominada “crisis de los balseros”.
Los reformistas
están acudiendo a la codicia del régimen para conseguir salvar los reparos de
los ortodoxos timoratos y sus fobias a todo cambio. “Son decenas de miles los
que emigran cada año, jóvenes sobre todo y calificados, proceso que nos cuesta
miles de millones de dólares, sin que podamos nunca resarcirnos de tales
perdidas”, destacó el académico Esteban Morales y añadió: “hay que tomar
medidas activas, pragmáticas, inteligentes” para “aliviar la situación tan
desventajosa” que está creando la emigración, sin dejarse “atenazar por
criterios obsoletos”.
No obstante, todo parece indicar que no va a ser fácil sacar la mente de la tina de Paula a la cúpula gobernante.
No obstante, todo parece indicar que no va a ser fácil sacar la mente de la tina de Paula a la cúpula gobernante.
* Agua del Recuerdo en la voz de su autor.
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