viernes, 26 de febrero de 2010

Cuando el Silencio es Ominoso

El deceso de Orlando Zapata Tamayo tras huelga de hambre por 85 días ha conmovido a la opinión pública internacional.
Imposible siendo cubano mirar a otro lado. Cuando el silencio es ominoso hay una obligación moral de decir. Tanto es así que hasta Raúl Castro ante la prensa brasileña dijo algo. “Lamentó mucho” la muerte de Zapata. En Europa ha habido la mayor repercusión. En Estados Unidos y especialmente en Miami, como prácticamente a diario los grupos anticastristas extremos arman la de San Quintín por sucesos significativos y por los que no lo son, la reacción no resulta tan dramática e impactante como en Europa y especialmente como ha sido en España. El gobierno de Zapatero había apostado a la persuasión y la zanahoria. Después de un tibio pronunciamiento inicial, al presidente del gobierno no le ha quedado otra que hacer una segunda declaración de exigencia a la Habana en el tema de los derechos humanos y de la preocupación por la vida. Zapatero, que ostenta este semestre la presidencia de la Unión Europea, tras su dura declaración  ha debido renunciar de hecho a las intenciones de conducir a los 27 a abandonar la posición común en la relación con Cuba. La mayor parte de los gobiernos de América Latina, con la excepción del presidente electo de Chile, han optado por virar la cara. Lula que tuvo la desdicha de tropezar de frente con el deceso se limitó a un tibio lamento.

Raúl Castro ante el hecho consumado ha aplicado la fórmula que ha resultado viable por medio siglo. Toda disidencia que de una manera u otra intenta hacerse oír y las “complicaciones” de ello, es enmarcada dentro del contrapunteo entre Estados Unidos y Cuba.

No sabemos si el desenlace se debió a “negligencia” del nivel superior de gobierno por no atender más directamente el caso, por “írsele de las manos” desocupado en evasión u ocupado en otras cosas o si fue consecuencia de una línea orientada con la intención del escarmiento. De cualquier manera ha habido una repercusión muy notable, por el momento. La historia anterior de tragedias similares y más graves nos enseña que al pasar las semanas la vida sigue su agitado curso.

Por demasiado simplista, la tesis de que esta y las miles de muertes innecesarias que efectivamente han ocurrido a cubanos de todas y ninguna tendencia, en las costas y los cielos de Cuba, en el estrecho de la Florida, en la ciénaga de Zapata y también en las cárceles, han sido consecuencia del acoso del Goliat del norte al David isleño no se corresponde con la realidad. De parte de quienes cortan el bacalao ha faltado voluntad política para intentar conciliar posiciones, para tratar de perfeccionar procesos, para en fin… escuchar sin hermetismo ni verdades absolutas, vestidas con el engañoso y pretencioso ropaje de “principios”. Detrás de todo eso, lo que verdaderamente ha faltado –en mi opinión- ha sido valor para enderezar lo torcido.

miércoles, 24 de febrero de 2010

(para mí) La Biblia en Cancún


Cancún, México

23 de febrero de 2010

Excelentísimos Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, amigas y amigos:

Ésta es mi última participación en una cumbre internacional. No pretendo despedirme de América Latina ni del Caribe. Los sueños de esta región los llevo atados al centro de mi vida. Pero sí debo despedirme de ustedes, colegas, hermanos, compañeros de viaje. Debo despedirme de este auditorio que resume, en un racimo de voces, las esperanzas de 600 millones de personas, casi una décima parte de la humanidad. Es en nombre de esa estirpe latinoamericana que quiero compartir con ustedes algunas reflexiones. Es en nombre de la prosapia que habita más allá de estas puertas, y que exige de nosotros la osadía de construir un lugar más digno bajo el sol.
A pesar de los discursos y de los aplausos, lo cierto es que nuestra región ha avanzado poco en las últimas décadas. En ciertas áreas, ha caminado resueltamente hacia atrás. Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría. América Latina corre el riesgo de aumentar su insólita colección de generaciones perdidas. Corre el riesgo de desperdiciar, una vez más, su oportunidad sobre la Tierra. Nos corresponde a nosotros, y a quienes vengan después, evitar que eso suceda. Nos corresponde honrar la deuda con la democracia, con el desarrollo y con la paz de nuestros pueblos, una deuda cuyo plazo venció hace siglos.
Honrar la deuda con la democracia quiere decir mucho más que promulgar constituciones políticas, firmar cartas democráticas o celebrar elecciones periódicas. Quiere decir construir una institucionalidad confiable, más allá de las anémicas estructuras que actualmente sostienen nuestros aparatos estatales. Quiere decir garantizar la supremacía de la ley y la vigencia del Estado de Derecho, que algunos insisten en saltar con garrocha. Quiere decir fortalecer el sistema de pesos y contrapesos, profundamente amenazado por la presencia de gobiernos tentaculares, que han borrado las fronteras entre gobernante, partido y Estado. Quiere decir asegurar el disfrute de un núcleo duro de derechos y garantías fundamentales, crónicamente vulnerados en buena parte de la región latinoamericana. Y quiere decir, antes que nada, la utilización del poder político para lograr un mayor desarrollo humano, el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros habitantes y la expansión de las libertades de nuestros ciudadanos.
No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no coartando la libertad de opinión y expresión. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana y no imperios extranjeros y conspiraciones imaginarias. Esta región, cansada de promesas huecas y palabras vacías, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no una legión de gobernantes cada vez más autoritarios. Es muy fácil defender los derechos de quienes piensan igual que nosotros. Defender los derechos de quienes piensan distinto, ése es el reto del verdadero demócrata. Ojalá nuestros pueblos tengan la sabiduría para elegir gobernantes a quienes no les quede grande la camisa democrática.
Y ojalá también sepan resistir la tentación de quienes les prometen vergeles detrás de la democracia participativa, que puede ser un arma peligrosa en manos del populismo y la demagogia. Los problemas de Latinoamérica no se solucionan con sustituir una democracia representativa disfuncional, por una democracia participativa caótica. Parafraseando a Octavio Paz, me atrevo a decir que en nuestra región la democracia no necesita echar alas, lo que necesita es echar raíces. Antes de vender tiquetes al paraíso, preocupémonos primero por consolidar nuestras endebles instituciones, por resguardar las garantías fundamentales, por asegurar la igualdad de oportunidades para nuestros ciudadanos, por aumentar la transparencia de nuestros gobiernos, y sobre todo, por mejorar la efectividad de nuestras burocracias. Mi experiencia como gobernante me ha comprobado que los nuestros son Estados escleróticos e hipertrofiados, incapaces de satisfacer las necesidades de nuestros pueblos y de brindar los frutos que la democracia está obligada a entregar.
Esto tiene serias consecuencias sobre nuestra capacidad de honrar la segunda deuda que he querido mencionarles, la deuda con el desarrollo. Una deuda que, repito, tenemos que honrar nosotros. Ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina, explican el hecho de que nos rehusemos a aumentar nuestro gasto en innovación, a cobrarle impuestos a los ricos, a graduar profesionales en ingenierías y ciencias exactas, a promover la competencia, a construir infraestructura o a brindar seguridad jurídica a las empresas. Es hora de que cada palo aguante la vela de su propio progreso.
¿Con qué derecho se queja América Latina de las desigualdades que dividen a sus pueblos, si cobra casi la mitad de sus tributos en impuestos indirectos, y la carga fiscal de algunas naciones en la región apenas alcanza el 10% del Producto Interno Bruto? ¿Con qué derecho se queja América Latina de su subdesarrollo, si es ella la que demuestra una proverbial resistencia al cambio cada vez que se habla de innovación y de adaptación a nuevas circunstancias? ¿Con qué derecho se queja América Latina de la falta de empleos de calidad, si es ella la que permite que la escolaridad promedio sea de alrededor de 8 años? Y sobre todo, ¿con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta, al año, casi 60.000 millones de dólares en armas y soldados?
La deuda con la paz es la más vergonzosa, porque demuestra la amnesia de una región que alimenta el retorno de una carrera armamentista, dirigida en muchos casos a combatir fantasmas y espejismos. Demuestra, además, la total incapacidad para establecer prioridades en América Latina, una práctica que impide la concreción de una verdadera agenda para el desarrollo. Hay países que sufren conflictos internos, que pueden justificar un aumento en sus gastos de defensa nacional. Pero en la gran mayoría de nuestras naciones, un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente. Es lamentable que en estaCumbre de la Unidad se reúnan países que se arman los unos contra los otros. Y es también lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se encuentre ausente el Gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo, sino auxilio.
Si hace veinte años me hubieran dicho que en el 2010 estaría todavía condenando el aumento del gasto militar en América Latina, probablemente me habría sorprendido. ¿Cómo, después de haber visto los cuerpos destrozados de jóvenes y niños heridos en la guerra, podía esta región anhelar un retorno a las armas? ¿Cómo habría de permitir el dantesco desfile de cohetes, misiles y rifles que pasa frente a pupitres desvencijados, loncheras vacías y clínicas sin medicinas? Algunos dirán que me equivoqué al confiar en un futuro de paz. No lo creo. La esperanza nunca es un error, no importa cuántas veces sea defraudada.
Yo aún espero un nuevo día para América Latina y el Caribe. Espero un futuro de grandeza para nuestros pueblos. Llegará el día en que la democracia, el desarrollo y la paz llenarán las alforjas de la región. Llegará el día en que cesará el recuento de las generaciones perdidas. Puede ser mañana, si nos atrevemos a hacerlo. Puede ser el próximo año, la próxima década o el próximo siglo. Por mi parte, yo seguiré luchando. Sin importar las sombras, seguiré esperando la luz al final del arcoíris. Seguiré luchando hasta el día que llegue.
Queridos amigos y amigas
Compartir con ustedes este foro, al igual que muchos otros más, ha sido para mí sumamente honroso y un verdadero privilegio. Esta es mi última cumbre y al decirles adiós, quiero que sepan que en Óscar Arias tendrán siempre a un amigo de verdad.
Muchas gracias

martes, 23 de febrero de 2010

Bombitas de peste ¿Tratamiento Médico?

Leía ayer el Scientific American de marzo –esta publicación me llega puntualmente en la última decena del mes anterior a la fecha de cada ejemplar- y me recordé de la vez que en el aula del Instituto de 2da Enseñanza de la Víbora, número 3 de la Habana y más tarde rebautizado Pre-Universitario René O Reyne alguno de mis compañeros explotó una bombita de peste, de esas que parecen haber concentrado la densidad de 1000 pedos de alta graduación en unas pocas gotas de un líquido volátil, o al menos capaz de emanar gases. Que asociación de ideas tan extravagante entre una revista científica y aquella “canallada” de adolescentes – con razón dirán ustedes.

Lo que pasa es que la esencia (nunca mejor empleada esa categoría filosófica que en este objeto) de esas bombitas es el ácido sulfhídrico (H2S). El característico olor de los huevos podridos, pero bien podridos proviene de ese gas. Pues bien, con el título “Gas tóxico, salvavidas” Ruy Wang, biólogo y Presidente de la Sociedad Canadiense de Fisiología revisa lo mucho que se sabe de las propiedades de este pestilente gas dentro de nuestro cuerpo. Incluso algunos de los beneficios probados de la ingestión de ajos son consecuencia de los productos contenidos en él y capaces de producir H2S en el organismo humano.
Desde 1980 se sabe de otro gas, el óxido nítrico (NO) que  influye en el metabolismo de las células. De hecho la popular pastillita azul Viagra termina liberando mayores cantidades de NO para hacer más fácil que los cuerpos cavernosos del pene se rellenen de sangre y le den la consistencia al órgano que complace a las féminas. El uso de la nitroglicerina en la enfermedad coronaria se relaciona también con el óxido nítrico.

¿Y qué hay del “aromático” sulfhídrico? Aparte de tener efectos similares al NO en las paredes de los vasos sanguíneos, hay evidencias de que puede enlentecer el metabolismo produciendo una especie de hibernación que sería muy útil en las salas de urgencia y móviles de paramédicos para ganar tiempo en situaciones críticas de supervivencia. Tiene efectos beneficiosos en el tejido nervioso, de manera que hay estudios donde se sugiere que podría ser útil para retardar la aparición de la demencia senil y el Alzheimer. Dos o tres laboratorios farmacéuticos ya trabajan en drogas relacionadas con el pestilente gas y enfermedades como los ataques cardíacos, lesiones renales, la enfermedad inflamatoria del intestino, síndrome del colon irritable, artritis y otras. Mire usted. Quién sabe si aquella tarde en el Instituto me hubiera puesto a hacer inhalaciones de la bombita fétida a lo mejor me habría evitado alguno de los tres infartos a los que he sobrevivido.

viernes, 19 de febrero de 2010

La Conciencia Común

La conciencia social puede definirse como el conocimiento que una persona tiene sobre el estado de los demás integrantes de la comunidad. Para el marxismo la conciencia social o conciencia de clase es la capacidad de un sujeto para reconocerse como miembro de una clase social que mantiene relaciones antagónicas con el resto de las clases. Después, los marxistas afirman que la conciencia social se manifiesta mediante la ideología, la religión, el arte, y la ciencia.
Si todavía existe espontáneamente en algunos núcleos de personas dentro de algunos países,  y en otros pocos de modo artificial modelada por los poderes políticos, la altisonante conciencia social ha ido quedándose a un lado desplazada por la conciencia común.
La conciencia común (podría hallarse una mejor terminología) es para mí el fenómeno por el cual en la mayoría de las sociedades contemporáneas sus miembros de todos los niveles ocupan sus pensamientos y sus charlas, cada día en los mismos asuntos. Triviales o trascendentes. Da igual. No los escogen ellos. Lo mismo en Madrid, que en Teherán. En Miami o la Habana. En Japón o en Suecia. La gente discutirá en los cafés, centros de trabajo, parques, tranvía, metro o buses y los jóvenes intercambiarán mensajes y música de lo que divulguen los medios masivos.
Sin darnos cuenta nuestra individualidad va sucumbiendo a la omnipresencia de los medios. Titulares de diarios principales (La nación, New York Times, Granma, Nuevo Herald, El Mundo, etc, etc, etc.). Cadenas de televisión (CNN, SUR, FOX, Al Jazeera, RCTV –que en paz descanse- BBC, RTVE, etc. etc. etc.). En menor medida la radio y redes sociales de internet, estas últimas cuando reciben la resonancia en los diarios y la televisión, todos en conjunto  son los que dictan la comidilla del día.
Vivimos con igual intensidad, aunque desde luego con diferentes matices, la tragedia del desastre en Puerto Príncipe que el chivo rudimentario en la palma de la mano izquierda de Sarah Palin. Las casuísticas imperfecciones de modelos de Toyota son amplificadas de modo que parecieran preocupar por igual al cubano que se cuelga de una guagua articulada, que al abogado mexicano que decide ahora adquirir un carro americano en vez de renovar su Toyota. Así las cosas, la conversación puede ser semejante en locaciones antípodas de nuestro planeta aunque las realidades del entorno, natural, social y político sean diametralmente opuestas. La conciencia común dictada, como quien no quiere la cosa, por los medios masivos. Corporaciones conectadas a nivel planetario que comparten finanzas, dividendos e intereses de todo tipo. Quizá eso sea parte del concepto de aldea global. Sí, sí. Mucho “globo”. Pero intelectualmente cada vez más aldeanos.

martes, 16 de febrero de 2010

El Sol Sale para Todos


El índice ultravioleta es un indicador del peligro que representa esa radiación en una zona geográfica determinada. El daño más importante debido a efectos de los rayos ultravioleta del sol, entre otros, es el cáncer de piel. Las arrugas y las manchas también adelantan su aparición. Los ojos pueden ser vulnerables a esta radiación lo que podría manifestarse en quemaduras de la córnea, conjuntivitis y cataratas.

Si el índice no es mayor que 2 no hay demasiado riesgo. Entre 3 y 5 se considera moderado y bastaría con resguardarse a la sombra en el horario cercano al mediodía. Entre 6 y 7 se debe usar sombrero de ala ancha y espejuelos oscuros y también estar a la sombra dos horas antes y después de las 12 m. Un índice de 8 o más es de alto riesgo y debe usarse toda la protección posible. El uso de un bloqueador solar es imprescindible.

En diversos sitios de la red se puede consultar el índice por países e incluso por localidades. En ciudades de Alaska hoy el índice era de 1, mientras en Cayo Hueso era 6. En san José de Costa Rica estaba en 10. Buenos Aires 7. En Darwin, Australia y en Nairobi, Kenia para este mes la Organización Mundial de la salud reporta un índice de 13. Para la Habana, Cuba aparece con 8, pero en realidad  hoy era de 6. Por cierto, 6 también en Varadero.

viernes, 12 de febrero de 2010

Ahmedinayah Sube la Parada

El presidente Iraní declaró hoy que está en condiciones de enriquecer uranio al 80%, lo cual es suficiente para producir bombas atómicas. Definitivamente quiso anunciar al mundo que Irán es ya un estado nuclear. Habló en términos duros a occidente y amenazó con el hundimiento de aquellos que se nieguen a conformar su conducta de acuerdo con los “`profetas”. En una jerga cargada de lo peor de la intolerancia religiosa el mandatario islámico desafió las advertencias hechas y las medidas adoptadas por Estados Unidos y los países de la OTAN.

Tal y como están las cosas se asemejan peligrosamente a los tiempos que precedieron a la guerra de Iraq. Las potencias occidentales en verdad temerosas de unas armas de exterminio masivo solo como posibilidad y un líder amenazante que hace oídos sordos de las preocupaciones fundadas de sus adversarios. Igual que en aquella ocasión lo hacía Sadan Hussein, ahora Ahmanediyah jura y perjura de sus intenciones ajenas a la producción del arma nuclear y simultáneamente actúa de forma que se adentra cada vez más por el camino que le llevaría a conseguirla.

La respuesta de Irán a las advertencias ha sido subir la parada. Esto es un reto ineludible para la comunidad de naciones que objetaron los planes de Ahmenidayah. Si se hacen de la vista gorda quedarán muy mal parados, y si continúan con declaraciones y medidas tibias parecerán perros que ladran, que ya se sabe no muerden. Las próximas semanas podrían ser decisivas para este conflicto latente, de incalculables y desastrosas consecuencias para todo el mundo si llegara a desencadenarse.

lunes, 8 de febrero de 2010

La Sana Envidia


Al principio de la campaña electoral del 2008 en Estados Unidos, parecía que una mujer alcanzaría la presidencia de la primera potencia mundial. El partido republicano cargaba la herencia nefasta de las inspiraciones místicas de Bush para combatir la maldad, mientras dejaba hacer toda clase de riesgosas transacciones financieras y crediticias sin supervisión efectiva. La nación fue llevada al borde del precipicio, según afirman entendidos economistas. Los votantes se habían percatado de ello en las calles y en sus casas, y muchos de ellos se quedaron sin las últimas en la calle y sin llavín. La presidencia se decidió en las primarias del partido demócrata y un Demóstenes afroamericano con poca experiencia liquidó temprano las aspiraciones de la senadora Hillary Clinton, rica en experiencia, inteligencia, carácter y aplomo.


Este domingo 7 de febrero una mujer alcanzó la presidencia de la democracia más sólida y madura del continente. En el país donde el voto es en efecto un derecho, y como tal usted lo ejerce o no, si le da la gana, votó cerca del 70% del electorado. Muchos más participaron en la fiesta que son las elecciones para los ticos. En la tierra de donde nace la paz no hay ejércitos, y los niños guían en sus colegios a los adultos en el camino a las urnas. Los candidatos perdedores, tan educados cívicamente como los niños en las escuelas, no se demoraron en respaldar los resultados de un proceso conducido por el Tribunal Superior Electoral, ejemplo para toda las Américas.

Ni se hacen demócratas y democracias de un día para otro ni se deshacen fácilmente las que poseen un basamento firmemente arraigado en sus ciudadanos. En el carácter nacional del tico se ha ido forjando una conciencia profunda del valor institucional que han conseguido acumular. Más de un pueblo de Hispanoamérica tiene motivos en la actualidad para sentir sana envidia, si la hay, de la tierra de Don Pepe*.

La presidenta electa barrió con sus contendores, al obtener más sufragios que el total alcanzado por los dos más cercanos. Laura Chinchilla, como en el caso de Hillary, es una funcionaria experimentada, estuvo hasta el 2008 de vice presidenta del Dr. Oscar Arias y con anterioridad ha fungido de Ministra de Seguridad Pública. A sus 50 años está en la cúspide de sus facultades físicas y mentales, goza de la confianza de sus partidarios y de sus oponentes. Y la envidia sana sí existe. Personalmente, con Costa Rica este cubano da fe de ello.
 
*José Figueres Ferrer, se alzó en armas en 1948 contra usurpadores ilegítimos, obteniendo la victoria. Se dedicó entonces a fundar la segunda república. Los decretos de la Junta de Gobierno dieron principio a la transformación de la sociedad costarricense. En noviembre del 49 se proclamó la Constitución Política. José Figueres y su Junta Fundadora constituyen la base de la Costa Rica actual y, además, dieron soberbio ejemplo al mundo al disolver el ejército. Una vez completadas las reformas que se fijara, depositó el poder en el legítimo ganador de las elecciones. Desde entonces el país centroamericano ha disfrutado de 60 años de gobiernos elegidos por su pueblo.

sábado, 6 de febrero de 2010

Defenestrado Plutón ¿Por qué?

La Unión Astronómica Internacional (UAI) se reunió en Praga recientemente. Los astrónomos llevaban dos años discutiendo defenestrar al planeta. Por fin concluyeron degradarlo a la condición de “planeta enano”. Plutón incurría en varios incumplimientos en su antigua y ahora espuria categoría de planeta. Su órbita, al atravesar el cinturón de Kuiper, no cumple la premisa de estar limpia de otros cuerpos celestes pues el tal cinturón está colmado de pequeños de estos objetos. El paso a la subcategoría de planeta enano es merecido por su pequeñez. El radio de Plutón alcanza apenas el largo de la isla de Cuba ya que el diámetro de su esfera mide 2300 km. Para colmo la inclinación de su órbita no es paralela, como lo es la de la Tierra a los otros 7 planetas verdaderos. Es una órbita poco ortodoxa o “revolucionaria” nada simpática para académicos que se respeten.

De acuerdo con la UAI, los planetas del sistema solar son a partir de ahora 8, en vez de 9: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno (ordenados por su mayor cercanía al Sol).

miércoles, 3 de febrero de 2010

Permitido Ligar en el Army

El presidente Obama aboga, con el supuesto apoyo del Pentágono, por eliminar la cláusula “no preguntes, no digas” para los homosexuales dentro del ejército. Lo cierto es que con esa disposición vigente desde la época de la administración del presidente Clinton, la integración de gays y lesbianas a los diferentes cuerpos armados de Estados Unidos ha funcionado sin grandes contratiempos de manera normal. Como dicen algunos, las Fuerzas Armadas en este país han jugado un papel de vanguardia en la lucha contra la discriminación. Yo diría un poco más, han llegado a practicar una especie de acción afirmativa tapiñada: la presencia de soldados de origen hispano en los campos de batalla siempre ha estado a la altura o por encima de su densidad poblacional. Ello muy al contrario de lo que ocurre en promedio salarial, ingreso a universidades y otras variables ventajosas de acceso social. Pero eso es otro asunto.

Los que promueven el cambio aducen que hoy el ejército obliga a sus jóvenes a mentir sobre lo que son. Me parece una exageración. En la institución en que rige la instrucción esos jóvenes son soldados y punto. Nadie los obliga a mentir sobre ello. Nadie tiene siquiera derecho a preguntar su preferencia sexual, por lo cual ellos no deben verse en el trance de mentir sobre sus apetencias libidinosas.

Lo que procuran, quiéranlo o no,  los abolicionistas del “no preguntes, no digas” es libertad para los soldados homosexuales de andar proclamando, en las duras circunstancias del ambiente militar o en plena guerra, sus inclinaciones a la sodomía. Una forma bien directa de proselitismo homosexual o simplemente de "ligar" en condiciones abusivamente persuasivas para los y las jóvenes que se hallan en edad de urgencias hormonales y bajo abstinencia forzada.

Una vez más vemos el enfoque liberal en casos (como el del aborto y este) en los cuales el derecho abstracto degenera en formas aberrantes, sin considerar todos los elementos del complejo fenómeno y termina por conducir a políticas muy cuestionables desde el punto de vista ético y práctico. Si llega a aprobarse en las Fuerzas Armadas de esta gran nación el permiso a los homosexuales para ligar, a la vuelta de unos años podríamos ver pelotones con la insignia del arcoíris en sus gorras ir a enfrentar al enemigo bajo la aguerrida consigna de “A la lucha, a la lucha. No somos machos, pero somos muchas”