jueves, 31 de mayo de 2012

Pequeño Gran Hermano

Legisladores analizarán la propuesta  de David Rivera para reformar la Ley de Ajuste

El Gran Hermano en la novela 1984  de Georges Orwell es personaje paradigmático de la persecución del individuo por un poder estatal.  Debido a la fama de la novela, el nombre de este personaje es de uso frecuente para referirse a gobiernos autoritarios o que vigilan excesivamente a sus ciudadanos. También para referirse a personas u organizaciones que ejercen un control que se percibe como excesivo, peligroso o invasivo de la intimidad. En la obra de Orwell su existencia es enigmática, pues nunca llega a aparecer en persona ni  a decirse su nombre real.
Hace tiempo que el representante republicano por la Florida David Rivera se ha autoerigido en Gran Hermano para los cubanos radicados en Estados Unidos. Si por él fuera, establecería en cada cuadra un comité de defensa del “exilio histórico” pura sangre.  En su ya larga, obstinada y fallida  cruzada contra los nexos  entre los cubanos que viven en Estados Unidos y los de la isla aparece ahora un nuevo intento que ha motivado esta entrada  en reconocimiento a sus méritos  persecutorios.
Hoy jueves un subcomité de la Cámara de Representantes analizará una propuesta del señor Rivera. En la fundamentación que en su día presentó el representante floridano no oculta su irritación por el hecho de que los cubanos puedan visitar su país al año y un día gracias a la Ley de Ajuste. El Gran Hermano argumenta con base en las actividades individuales de los cubanos que visitan la isla y reporta de ellas, como si fuera el responsable de vigilancia del Comité, "que más bien se pueden describir como turismo" y para "otros propósitos no autorizados como cirugías plástica, fiestas de quinces y bodas, y hasta el turismo  sexual". Las pesquisas de esta versión criolla-americana del Gran Hermano no se limitaron a lo que hacen los visitantes en Cuba,  invadieron también asuntos privados de la vida de esos residentes en EEUU. Y sigue denunciando:  "...En muchos casos, aquellos cubanos que viajan a Cuba también se benefician de programas sociales pagados por los contribuyentes de este país como el Medicare, Medicaid, Seguro Social, sellos de alimentación, viviendas públicas y asistencia en efectivo.”
El bueno de Rivera, en un alarde de risoterapia,  ha asegurado que busca "proteger los beneficios de la Ley de Ajuste Cubano…”.
Yo no sé ahora, pero el siglo pasado y hasta el otro día los cubanos con “salida definitiva”* de Cuba debían esperar cinco años para poder visitar su patria debido a restricciones impuestas por el gobierno de Cuba. De ser aprobada la enmienda de David Rivera, los cubanos que emigren a Estados Unidos deberán esperar al menos cinco años para volver a la Isla ¡Que coincidencia! ¿De hermanos?

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* Salida definitiva: versión cubana del ostracismo griego en pleno siglo XXI.

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