Segundo de la serie sobre la cultura del espectáculo según Vargas Llosa
El
periodismo ha contribuido mucho a la degeneración de la cultura y al mismo
tiempo ha sido su víctima. Ahora mismo el principal periódico de la ciudad
donde resido se ha regodeado con un caso de crónica roja especialmente macabro,
cuando un sujeto desnudo y bajo los efectos de una droga alucinógena fue muerto
por la policía mientras devoraba el rostro de un vagabundo en un sitio público
de Miami. Domingo , lunes , martes , miércoles , jueves , viernes , sábado , domingo y hoy han
sacado crónicas con detalles superfluos para mantener el impactante hecho en
las páginas del periódico. El lector curioso y los adictos al morbo pueden
degustar esos reportes adicionales pinchando en los enlaces asociados a los
días de la semana. Dicho esto, presento el segundo fragmento de Letras Libres , donde
Vagas Llosa se refiere a la prensa:
"...suponer que “la curiosidad perversa de los consumidores del escándalo” es patrimonio de una minoría. No es verdad: esa curiosidad carcome a esas vastas mayorías a las que nos referimos cuando hablamos de “opinión pública”, esa vocación maledicente, escabrosa y frívola es la que da el tono cultural de nuestro tiempo y la imperiosa demanda que la prensa toda, en grados distintos y con pericia y formas diferentes, está obligada a atender, tanto la llamada de calidad como la descaradamente escandalosa.
Otra materia que entretiene mucho a la gente es la catástrofe. Todas, desde los terremotos y maremotos hasta los crímenes en serie y, sobre todo, si en ellos hay los agravantes del sadismo y las perversiones sexuales. Por eso, en nuestra época, ni la prensa más seria puede evitar que sus páginas –o espacios– se vayan tiñendo de sangre, de cadáveres y de pedófilos. Porque este es un alimento morboso que necesita y reclama ese apetito de entretenimiento que inconscientemente presiona sobre los medios de comunicación por parte del público lector, oyente o espectador.
..la triste verdad es que ningún diario, revista y programa informativo de hoy puede sobrevivir –es decir, mantener un público fiel– si desobedece de manera absoluta los rasgos distintivos de la cultura predominante de la sociedad y el tiempo en el que opera."
Otro perjuicio del cubrimiento ampuloso por los medios de estos hechos deleznables es cierto efecto multiplicador. Cuando un enajenado ha disparado al azar en colegios o plazas públicas, al poco tiempo hemos visto repetirse el hecho más de una vez. Volviendo a la actualidad, a menos de una semana después del insólito incidente de Miami, se reportaba que en Baltimore un estudiante de ingeniería de origen keniano había matado a un compañero y devorado su corazón y parte del cerebro ¿Contagio por primera plana?
"...suponer que “la curiosidad perversa de los consumidores del escándalo” es patrimonio de una minoría. No es verdad: esa curiosidad carcome a esas vastas mayorías a las que nos referimos cuando hablamos de “opinión pública”, esa vocación maledicente, escabrosa y frívola es la que da el tono cultural de nuestro tiempo y la imperiosa demanda que la prensa toda, en grados distintos y con pericia y formas diferentes, está obligada a atender, tanto la llamada de calidad como la descaradamente escandalosa.
Otra materia que entretiene mucho a la gente es la catástrofe. Todas, desde los terremotos y maremotos hasta los crímenes en serie y, sobre todo, si en ellos hay los agravantes del sadismo y las perversiones sexuales. Por eso, en nuestra época, ni la prensa más seria puede evitar que sus páginas –o espacios– se vayan tiñendo de sangre, de cadáveres y de pedófilos. Porque este es un alimento morboso que necesita y reclama ese apetito de entretenimiento que inconscientemente presiona sobre los medios de comunicación por parte del público lector, oyente o espectador.
..la triste verdad es que ningún diario, revista y programa informativo de hoy puede sobrevivir –es decir, mantener un público fiel– si desobedece de manera absoluta los rasgos distintivos de la cultura predominante de la sociedad y el tiempo en el que opera."
Otro perjuicio del cubrimiento ampuloso por los medios de estos hechos deleznables es cierto efecto multiplicador. Cuando un enajenado ha disparado al azar en colegios o plazas públicas, al poco tiempo hemos visto repetirse el hecho más de una vez. Volviendo a la actualidad, a menos de una semana después del insólito incidente de Miami, se reportaba que en Baltimore un estudiante de ingeniería de origen keniano había matado a un compañero y devorado su corazón y parte del cerebro ¿Contagio por primera plana?
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