domingo, 5 de septiembre de 2010

Poncio Pilatos y la FDA

En Estados Unidos el culto a la libre empresa no está exento de su correspondiente liturgia. Y me refiero a la pequeñísima empresa y el trabajo por cuenta propia. En Florida, si quiere ejercer de barbero ha de rendir un examen ante la Junta de Barberos del Estado. La licencia para vendedores ambulantes vale $75 pero tienen que cerciorarse si en el lugar que eligieron está permitido.Trabajar de plomero son palabras mayores, deben ser bachilleres y someterse a un examen técnico que requiere el dominio de varios textos .

En el caso de los suplementos dietéticos que se comercializan en las farmacias como productos naturales,  la Administración de Drogas y Alimentos se conforma con que los fabricantes impriman en sus etiquetas el rótulo que dice:
†These statements have not been evaluated by the Food and Drug Administration. This product is not intended to diagnose, treat, cure, or prevent any disease.

† Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la Administración de Drogas y Alimentos. Este producto no es destinado a diagnósticar, tratar, curar  o evitar ninguna enfermedad.
Generalmente la advertencia aparece en la etiqueta al final y después de todo un rosario de virtudes y beneficios que supuestamente provee el producto de que se trate.

El público en general ni siquiera distingue entre estros preparados y los fármacos sujetos a prescripción o que se venden sin recetas pero que son medicinas sujetas al control de la agencia federal. En realidad la Administración de Drogas y Alimentos se comporta con estos "suplementos dietéticos" como hizo Poncio Pilatos con Jesucristo. Se lava las manos con el cartelito de marras.

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