jueves, 17 de diciembre de 2009
El otro calentamiento global (Another global warming)
Ahora que se está realizando la cumbre del clima 2009 en Copenhague con mucho ruido, y pocas nueces que se vislumbren, noto que aparte del clima el ambiente global se está calentando.
Por doquier se agravan los conflictos existentes y surgen nuevos encontronazos entre naciones y entre partidarios opuestos dentro de un mismo país. En nuestro hemisferio la división entre dos políticas contrapuestas se ha venido profundizando en los últimos años. Los líderes de Venezuela y Colombia representan un punto culminante de las diferencias regionales. El primero identifica a Estados Unidos como el enemigo a combatir y pretende comprometer a todo el continente en su batalla, mientras que el colombiano tiene en la potencia del norte a su mejor aliado en la lucha contra la guerrilla narcoterrorista de las FARC.
Dentro de algunos de los países de la región se escenifican escaramuzas y combates de diversa intensidad, en cierta medida relacionados con la contradicción fundamental en torno al desarrollo presente y futuro de sus respectivas sociedades. La desestabilización del régimen democrático en Honduras ha sido el ejemplo más reciente de esos episodios.
Mi país y el que ahora me acoge con generosidad, hace ratón y queso que se enemistaron. El presidente Obama ha planteado procurar un entendimiento con la Habana y ha flexibilizado las medidas hostiles que había adicionado la administración anterior. Sin embargo, (o más bien con embargo) en los últimos días la retórica que imperó en la cumbre del ALBA en la Habana y la calificación de cínica, que hizo Fidel Castro a la aceptación del premio Nobel de la Paz por Obama se asemejan a un escupitajo en la mano extendida del presidente norteamericano. Pareciera que los dirigentes cubanos vieran una espada blandida o un puñal oculto en el brazo tendido por el actual inquilino de la Casa Blanca.
Para este calentamiento no climático, que podría llegar a abrasarnos, conviene recordarles a los líderes y a pueblos de todas las tendencias las palabras del más carismático de todos los presidentes estadounidenses, John Fitzgerald Kennedy: "Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas". Obrar de hecho o de palabra en sentido contrario significa acelerar este otro peligrosísimo calentamiento y refleja un desapego manifiesto por la supervivencia de la humanidad.
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Now that climate summit Copenhagen 2009 is being made with a lot of noise, and few nuts that are glimpsed, I notice that apart from the climate, the global environment is also warming up. Everywhere the existing conflicts worsen and new crashes arise between nations and between opposing supporters within the same country. In our hemisphere, division between two conflicting policies has been developing in recent years. The leaders of Venezuela and Colombia represent a climax of the regional differences. The first one identifies the United States as the enemy to fight and tries to compromise to the whole continent in his battle, whereas the Colombian has in the potency of the north his best ally in the struggle against narc-guerrillas of the FARC.
In some countries of the region skirmishes and battles of varying intensity are staged , battles ln some extent related to the fundamental contradiction about the present and future development of their societies. The destabilization of the democratic regime in Honduras has been the most recent of those episodes.
My country and the one that now receives me with generosity fell out long time ago. The president Obama has raised seek an understanding with Havana and has relaxed the hostile measures which had added the previous administration. However, in recent days the rhetoric that prevailed at the ALBA Summit in Havana and the characterization of cynical, that Fidel Castro made of the acceptance of the Nobel Peace Prize by Obama resemble a spit in the outstretched hand of U.S. President. It would seem that the Cuban leaders saw wielded a sword or a dagger hidden in his arm outstretched for the current White House tenant. For this not climatic warming, that it might go so far as to burn us, it is convenient to remind them to the leaders and to peoples of all the tendencies the words of the most charismatic of all the American presidents, John Fitzgerald Kennedy:”If we cannot now end our differences, at least we can help make the world safe for diversity”. To do in word or deed in the opposite sense means to accelerate this another most dangerous warming, and reflects a clear indifference for the survival of the humanity.
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