jueves, 31 de diciembre de 2009
Cambio de almanaque: Fácil vs Difícil
Pasamos del 2009 al 2010, fin de década. Es fácil conseguir un nuevo calendario del año, aunque sea de bolsillo. Fácil es hacerse propósitos y luego no cumplirlos. Es inevitable encontrarse “teques” sobre esos propósitos en los medios de difusión. Abundan también los resúmenes del año viejo, y en ellos los análisis de los grandes problemas contemporáneos y también de los pequeñitos. Lo más fácil de todo es hallar observaciones críticas, a veces virulentas acerca de cuanto está mal hecho. Lo verdaderamente difícil es toparse con recomendaciones de soluciones viables.
Tirios y troyanos la emprenden contra la reforma de la salud en Estados Unidos. Unos porque el senado rechazó la opción pública, otros porque el país se endeudará sin remedio -dicen. En cuanto a la seguridad, es criticable el pase a bordo del nigeriano previamente fichado de alkaedista y el acoso exagerado al público en general en los aeropuertos. Respecto a Cuba se critica la licencia y luz verde a los partidarios del régimen para aplastar a la minoría capaz de manifestarse inconforme, pero se ignora a esa minoría cuando se pronuncia opuesta al embargo y favorable al diálogo. Lo verdaderamente difícil es dar con propuestas “salomónicas” que puedan satisfacer parcialmente a los dos lados de la contradicción. Eso es así, como dicen con frecuencia los borinqueños. La crítica, la denuncia, la condena es como la mala yerba. El aporte constructivo, la solución dialéctica a las contradicciones son como las orquídeas que requieren un cuidado esmerado en su cultivo. Para no caer yo en lo mismo, permítaseme intentar ir más allá de la crítica en los tres ejemplos citados, sin que ni remotamente pretenda haber cultivado orquídeas:
• Para la reforma de salud en USA, por lo encontrado que están disímiles intereses y la complejidad del asunto, no queda otra que ensayar lo que malamente pueda salir de la batalla entre senado y cámara, seguirlo atentamente por sendas comisiones e irlo corrigiendo en la práctica. Lo perfecto es enemigo de lo bueno, y en este caso podría serlo también de lo apenas regular. Lo cierto es que lo que tienen en el presente es lo peor. Legisladores, ¡denle, sin miedo!
• En el problema del terrorismo y la seguridad en los aviones hay que materializar una especie de “acción afirmativa” muy peculiar. La que se conoce se generó para combatir la discriminación, imponiendo cuotas de minorías discriminadas en empleos, escuelas y cargos públicos. La que propongo sería para, por el contrario, precisamente discriminar en los controles de seguridad. La práctica de hacer explotar aviones con el terrorista a bordo que “se inmola feliz, se inmola contento y el muy cabrón se inmola adentro” se lleva a cabo, en la abrumadora mayoría de los casos, por musulmanes de distintas etnias. Habría que implantar una “acción afirmativa” en los controles exagerados para esos grupos proclives a la autodestrucción, y aliviar un tanto al resto del público y con ello al transporte aéreo en general.
• En el tercer asunto debo confesar que me recordó la última partida de dominó que jugué recientemente. Al final de la data, una cabeza cerrada hacía rato y en la otra un nueve. Habían puesto 8 nueves ya, solo quedaban el 9/5 y el 9/9. Yo tenía solo una ficha el 5/5 y el jugador delante de mí tenía varias y llevaba. Si era el 9/5, me pegaba. Pero el tipo no tenía el 9/5. Jugó su 9/9 y se trancó el dominó. Moraleja, mientras esté el doble nueve se tranca el dominó.
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