lunes, 8 de febrero de 2010

La Sana Envidia


Al principio de la campaña electoral del 2008 en Estados Unidos, parecía que una mujer alcanzaría la presidencia de la primera potencia mundial. El partido republicano cargaba la herencia nefasta de las inspiraciones místicas de Bush para combatir la maldad, mientras dejaba hacer toda clase de riesgosas transacciones financieras y crediticias sin supervisión efectiva. La nación fue llevada al borde del precipicio, según afirman entendidos economistas. Los votantes se habían percatado de ello en las calles y en sus casas, y muchos de ellos se quedaron sin las últimas en la calle y sin llavín. La presidencia se decidió en las primarias del partido demócrata y un Demóstenes afroamericano con poca experiencia liquidó temprano las aspiraciones de la senadora Hillary Clinton, rica en experiencia, inteligencia, carácter y aplomo.


Este domingo 7 de febrero una mujer alcanzó la presidencia de la democracia más sólida y madura del continente. En el país donde el voto es en efecto un derecho, y como tal usted lo ejerce o no, si le da la gana, votó cerca del 70% del electorado. Muchos más participaron en la fiesta que son las elecciones para los ticos. En la tierra de donde nace la paz no hay ejércitos, y los niños guían en sus colegios a los adultos en el camino a las urnas. Los candidatos perdedores, tan educados cívicamente como los niños en las escuelas, no se demoraron en respaldar los resultados de un proceso conducido por el Tribunal Superior Electoral, ejemplo para toda las Américas.

Ni se hacen demócratas y democracias de un día para otro ni se deshacen fácilmente las que poseen un basamento firmemente arraigado en sus ciudadanos. En el carácter nacional del tico se ha ido forjando una conciencia profunda del valor institucional que han conseguido acumular. Más de un pueblo de Hispanoamérica tiene motivos en la actualidad para sentir sana envidia, si la hay, de la tierra de Don Pepe*.

La presidenta electa barrió con sus contendores, al obtener más sufragios que el total alcanzado por los dos más cercanos. Laura Chinchilla, como en el caso de Hillary, es una funcionaria experimentada, estuvo hasta el 2008 de vice presidenta del Dr. Oscar Arias y con anterioridad ha fungido de Ministra de Seguridad Pública. A sus 50 años está en la cúspide de sus facultades físicas y mentales, goza de la confianza de sus partidarios y de sus oponentes. Y la envidia sana sí existe. Personalmente, con Costa Rica este cubano da fe de ello.
 
*José Figueres Ferrer, se alzó en armas en 1948 contra usurpadores ilegítimos, obteniendo la victoria. Se dedicó entonces a fundar la segunda república. Los decretos de la Junta de Gobierno dieron principio a la transformación de la sociedad costarricense. En noviembre del 49 se proclamó la Constitución Política. José Figueres y su Junta Fundadora constituyen la base de la Costa Rica actual y, además, dieron soberbio ejemplo al mundo al disolver el ejército. Una vez completadas las reformas que se fijara, depositó el poder en el legítimo ganador de las elecciones. Desde entonces el país centroamericano ha disfrutado de 60 años de gobiernos elegidos por su pueblo.

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