domingo, 3 de abril de 2011

La Primera de las Ciencias Inexactas

La investigación científica se sustenta en una rama de las Matemáticas, la Estadística. La mayoría de los hallazgos que aparecen en prestigiosas revistas académicas y, si son llamativos, rápidamente se reproducen sobre- dimensionados en la prensa común, se basan en operaciones de probabilidad comparada y límites de significación arbitrariamente establecidos. Así,  al probar un medicamento para el dolor -por ejemplo- y un placebo (medicamento de mentiritas) la diferencia en el grado de alivio entre el grupo que tomó el medicamento y el del placebo se da por “significativa” si el chance calculado de que fuera casualidad es de 5% o menos, pero el resultado es insignificante si el chance es de 6%. Ello de acuerdo con un convenio supuesto dentro de la comunidad científica.

Peor todavía que ese criterio inicial, al menos uniformemente aceptado, son las “trampas” que se pueden hacer al agrupar los datos y al presentarlos para publicación. Digo trampas, entre comillas, no falsificaciones. En una investigación pueden aparecer resultados estadísticos que “defiendan” interpretaciones contradictorias de acuerdo con cómo se presenten las tablas. Hay científicos (no todos) que interesadamente le dan vueltas y más vueltas a los datos hasta encontrar la forma de agruparlos de la manera en que vienen bien con su hipótesis.
Un tercer renglón, con el que no agoto las triquiñuelas que se derivan de la inexactitud de las estadísticas, es la manipulación de las conclusiones. Lo ilustra un trabajo reciente sobre dos factores de riesgo para los ataques cardíacos. El uso de cocaína resultó multiplicar por 24 veces el riesgo de infarto en la persona que la consume. Se podría haber informado este factor como el de mayor riesgo. De otra parte la contaminación del aire en nuestros días tiene un efecto muy débil sobre el riesgo individual de sufrir un ataque cardíaco. No obstante se estimó que la población expuesta a cocaína ronda el 0,04% mientras que la contaminación atmosférica nos afecta al 100% de la población. Como resultado de la gran diferencia en la exposición a ambos factores, la verdad es que entre el 5% y el 7% de los infartos en las poblaciones se desencadenan por la contaminación del aire. El riesgo de la cocaína como factor desencadenante no alcanza el 1%. En este caso los autores reportaron fielmente sus hallazgos, pero un investigador inescrupuloso o un periodista interesado podían haber presentado la cocaína, que multiplica el riesgo individual por 24 como el factor más importante.
He tratado de las estadísticas empleadas por los científicos, referirme a las manipulaciones con las cifras  que realizan los organismos internacionales, los gobiernos y los políticos de oposición sería tirar a relajo el tema.
Como ven, en mi opinión, le doy la razón al ocurrente Bernardo Show cuando dijo que “la estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos carros y yo ninguno, los dos tenemos uno”.

1 comentario:

FELIX dijo...

"Elementary,my dear Watson" las estadisticas siempre corren hacia el lado del que las manipula,alla tenemos el Granma que a diario publica buenas nuevas en algun tipo de produccion,esas estadisticas del Granma dicen que alla todo sobra,sin embargo la estadistica que da la gente de pueblo cuando va con su bolsita a buscar vianda al agro te da solo nuevas malas,una contradiccion total con el higienico periodico
Uno en su juventud empesaba a deshojar una margarita diciendo; "me quiere o no me quiere" y no importaba si la flor tenia un total de petalos que terminaran en none o en par,siempre nos decia ""me quiere""eso tambien era una estadistica que no decia lo correcto hasta que la damisela en cuestion te devolvia el beso o te daba una sonora cachetada
Tu amigo.A.Dupin