jueves, 12 de abril de 2012

Un Marlin con Ciguatera

La crisis de los Marlins de Miami o la farsa como teatro cívico

Las declaraciones de Ozzie Guillén, manager de los Marlins de Miami, a la revista TIME han causado tremendo revuelo en Miami. El combativo ex pelotero y exitoso director de equipos de grandes ligas, recién adquirido para comandar el club que ganó la serie mundial de 1997, mentó la soga en casa del ahorcado.
Precisamente esta temporada el equipo estrenaba nueva franquicia y flamante estadio. De los Florida Marlins pasaron a ser Miami Marlins y un nuevo estadio con todos los hierros se inauguró el otro día en las inmediaciones de la Pequeña Habana.

En su entrevista con la revista TIME, Ozzie Guillén parece haber revelado su admiración, respeto y amor a Fidel Castro. Y ya saben ustedes. Por aquí ardió Troya. Hasta en CNN se reflejó el lío. Prensa, radio, TV y políticos locales  se arrebataron e hicieron su agosto con habitual mal gusto.
Ozzie tuvo que dar declaraciones retractándose en un galimatías que por un lado fue poco convincente y por el otro daba lástima. El espectáculo completo ha sido nauseabundo. Desde el mismo principio de todo el brete, con las palabras del manager en TIME, inoportunas, incluso ofensivas para el entorno donde él se gana ahora los frijoles; la reacción aparatosa y exagerada de las fuerzas “vivas” y la chusma diligente de Miami; las balbuceadas disculpas y el arrepentimiento de Guillén obviamente obligado; la inclemente exigencia de despido por las "masas enardecidas"; y en la Habana el utilitario uso del bochornoso incidente, consecuente e hipócrita a la vez  por la prensa partidista , todo el conjunto ha sido repugnante de cabo a rabo. Estos marlins están ciguatos ¿Se les pasará en unos días? Seguro que sí.

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