lunes, 15 de julio de 2013

El Limbo Sí Existe

Teología, superchería o mito,  para algunas personas el limbo puede atraparlos en vida.

Se dice que al limbo iban todas las almas antes de que Jesús resucitase mientras que en el purgatorio se hace una escala, a manera de antesala del cielo, para terminar de expiar sus culpas los pecadores genuinamente arrepentidos. Al limbo también son destinadas las almas de quienes, antes del uso de la razón,  mueren sin el bautismo. Todo esto según la doctrina tradicional católica. El Papa Benedicto XVI reconocido "custodio" de la doctrina cristiana aclaró, en cambio, que el limbo desapareció tras la resurrección del Señor y que los niños muertos que no alcanzaron el bautismo irán al cielo.
 
Al margen de la religión, pero no tanto de los pecados, cualquiera puede caer en vida en el limbo. Me acuerdo de una vez que la embajada de México en la Habana se convirtió en limbo para un médico cubano, el Dr. Yamil Kouri. El episodio duró años. Fue en la década de los 60s y no recuerdo ni he podido averiguar como terminó, pero el hombre fue a parar a Puerto Rico. Por cierto en 1999 en ese país,  un jurado federal de Estados Unidos procesaba de nuevo al médico cubano, entonces con 63 años, por delito de malversación. Perro huevero, aunque le quemen el hocico...
 
En estos días el Aeropuerto Internacional Sheremetyevo de Moscú deviene encierro indefinido para el espía estadounidense Edward Snowden. Sin salvoconducto y expuesto a interferencias de un vuelo de escapatoria hacia Venezuela, Bolivia o Nicaragua,  países que ya le otorgaron asilo a distancia, el perjuro ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU, no ve la hora de exculpar su pecado de traición. Para Snowden, como para Yamil Kourí en su tiempo,  el limbo sí existe. Y lo que es peor,  tampoco está exento del todo al final,  de ir a parar a las manos de la justicia de su país. Lo que para el publicitado delincuente constituiría el infierno de la cárcel.

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