lunes, 23 de diciembre de 2013

Cuba: 2013 el Año del Vaya y Venga

Relevancia comparativa de algunas medidas de la "actualización Raulista" implantadas este año.

Voy a mencionar, de las que me acuerde, ya que estamos en víspera de festivos para andar revoloteando en google y la prensa cubana y la miamense, algunas de las innovaciones (la mayoría rectificaciones blanditas) anunciadas o aplicadas a la intrincada madeja de leyes, regulaciones, instrucciones, circulares, modificaciones, decretos-leyes, códigos, resoluciones, etc.  que  controlan y traban el régimen establecido en Cuba,  hará pronto 55 años con el "bonito" nombre de Revolución.

Como ha ocurrido últimamente todos los años,  se incorporaron nuevas actividades por cuenta propia a la lista, como el gestor de permutas,  y también se oficializó la prohibición de otras, como las salas de cine privadas. Todo esto serrín.

Se ha anunciado una apertura a las inversiones extranjeras sin precisar detalles, con mucha publicidad y expectativas para un puerto multipropósito de gran calado en el Mariel, ya que el túnel de le bahía habanera es un obstáculo insalvable para "profundizar" en el puerto capitalino. Esto está por ver.

El gran calado, no se puede negar, ha sido en la flexibilidad a las estrictas restricciones a los viajes de los cubanos al exterior. Esta semana supimos que desde el 14 de enero, que empezó el vaya y venga Lolita, hasta el 30 de noviembre se habían registrado 257,518 viajes. Un record. La reforma de Raúl extendió a dos años el tiempo que se puede estar fuera sin dejar de ser "cubano de adentro".  

Lo más bonito es que a pesar de la Ley de Ajuste tan vilipendiada por cubanos castristas y anticastristas de línea dura, resulta que el 64% de los cubanos de la isla viajó a un país diferente de los Estados Unidos. 

Para mí la ampliación en la libertad de entrada y salida de los cubanos en los aeropuertos de su pais ha sido el cambio más significativo en la cerrazón del régimen que construyó y blindó Fidel Castro.

También se podría llamar éste, el año del susto de Alarcón, por la trabazón, presa, tranque o congestión vehicular que se podía haber formado en los cielos. Y ¿Por qué no? Año de Eliecer Ávila. Aunque no he podido averiguar si por fin visitó el sitio donde murió el Ché. Si quiere alguién saber por qué lo digo, vea el sigiente vídeo:


Eliecer Ávila debate con Ricardo Alarcón

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