lunes, 3 de septiembre de 2012

Paulatinamente


La tina de Paula en el caso de la política migratoria cubana

Paula Alí
El año pasado se anunció por el General  al mando en Cuba que entre las reformas contempladas  para la  “actualización” de la economía se hallaba una pronta modificación de las obsoletas restricciones impuestas a la migración de cubanos desde y hacia la isla. Pasó el VI Congreso del Partido, pasó el VII período de sesiones de la Asamblea nacional de Cuba, el VIII, el IX y el tiempo,  y pasó un águila por el mar, o también, como dijo Nicolás guillén,  
  El tiempo corrió después, *
corrió el tiempo sin cesar,
yo para allá, para aquí,
yo para aquí, para allá,
para allá, para aquí,
      para aquí, para allá.

Nada sé, nada se sabe,
ni nada sabré jamás,
nada han dicho los periódicos,
nada pude averiguar,
de aquellas reformas migratorias que una vez oí anunciar.
Sin salida definitiva,
tarjeta blanca ni ná.
Libertad de movimiento,
Sin habilitado pa’entrar.

La semana pasada en una entrevista, el director del Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, Antonio Aja, apeló al utilitarismo para fundamentar la necesidad de la reforma migratoria, cuando declaró:  “Cuba debe apostar por la circularidad y temporalidad de la persona, sin que ello signifique una salida definitiva, para aprovechar las potencialidades de su población joven, profesional, como lo hacen otros países, y ese es el caso de China y Vietnam”.

Como promedio, durante la última década han salido del país unas 35.000 personas al año, y los 39 263 del año 2011 constituye el pico más alto del saldo migratorio externo desde 1994, cuando tuvo lugar la denominada “crisis de los balseros”.

Los reformistas están acudiendo a la codicia del régimen para conseguir salvar los reparos de los ortodoxos timoratos y sus fobias a todo cambio. “Son decenas de miles los que emigran cada año, jóvenes sobre todo y calificados, proceso que nos cuesta miles de millones de dólares, sin que podamos nunca resarcirnos de tales perdidas”, destacó el académico Esteban Morales y añadió: “hay que tomar medidas activas, pragmáticas, inteligentes” para “aliviar la situación tan desventajosa” que está creando la emigración, sin dejarse “atenazar por criterios obsoletos”. 

No obstante, todo parece indicar que no va a ser fácil sacar la mente de la tina de Paula a la cúpula gobernante.

* Agua del Recuerdo en la voz de su autor.

No hay comentarios: