lunes, 18 de febrero de 2013

Argo, Cuba, EEUU y Canadá

POLÍTICA Y SOCIEDAD
Especulación fantasiosa o peliculera sobre un hipotético  trío diplomático 

Ben Affleck con su Globo de Oro como
Director  de Mejor Película
Argo es la película de Ben Affleck nominada a los premios Óscar 2013. Seguramente se va a llevar unos cuantos premios. Ya en los Globos de Oro resultó mejor película dramática y mejor director. Se trata de la operación para el rescate de 6 estadounidenses que lograron escapar del asalto a la embajada en Irán, cuando el lío de los rehenes bajo el gobierno del inepto Carter. De estos seis no sabía nada el gobierno Iraní. Lograron esconderse en la embajada de Canadá y la película narra como un agente de la CIA  los saca por el aeropuerto para lo que precisa aparentar la búsqueda de exteriores por productores canadienses para un filme. Todo esto se conoce casi desde el principio de la cinta, así que no les he revelado nada. Lo que sí revela la película es la estrecha colaboración y la confianza mutua que ha existido entre Canadá y Estados Unidos.

Leía en el periódico del domingo de la "visita de trabajo" del canciller canadiense a Cuba. Para empezar fue recibido por el vicepresidente MM (Marino Murillo). La televisión cubana informó de que Murillo y el canciller dialogaron "sobre el favorable desarrollo y las perspectivas  de las relaciones bilaterales  en el ámbito comercial, la inversión y el turismo". No hay que olvidar que Canadá es el primer emisor de turistas a la isla, más de un millón en 2012. 

Canciller canadiense John Baird junto al nuevo
 Secretario de Estado de EEUU, John Kerry
Y nada, todo esto me hizo pensar que los canadienses vienen siendo los suecos de América. Estrecha colaboración con su vecino del sur en todos las esferas,  y sólidas relaciones comerciales y amistosas con la isla rebelde siempre, hospitalaria a veces. Nadie duda de la total independencia y soberanía canadienses y su absoluto derecho a mantener relaciones amistosas con países que mantengan diferendos entre sí. Tampoco es cuestionable que si un tercer país tuviera algún papel que jugar en tanteos de acercamientos o acomodo de las relaciones bilaterales entres Estados Unidos y Cuba, Canadá podría ser el más idóneo.

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