El regreso de Zelaya a Honduras, de esta a la OEA, y probablemente al punto de partida de todo este potaje.
De Lobo porque es inminente la reincorporación de Honduras a la OEA y con ella el acceso a créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Del FNRP porque recuperan la figura de un presidente que fue destituido de mala manera con el concierto de los principales componentes del sistema democrático actual: el congreso, el poder judicial y el ejército.No hay nada mejor que disponer de una supuesta víctima de golpe militar en vivo y en directo, para liderar un movimiento cuyo designio es movilizar a las masas marginadas a protestar y alborotar en las calles con la finalidad de conseguir lo que se impidió con la destitución del pintoresco hombre del sombrero alón. Por fin, zamparse la constitución vigente, a semejanza de Chávez u Ortega, y establecer gradualmente una que no tenga la obligatoriedad de la alternancia en la presidencia, además de fortalecer por distintos medios los poderes del ejecutivo y establecer una dictadura “popular” nacida en pañales de democracia.
No pasará un año, será cuestión de meses que veamos al país centroamericano en medio de disturbios, con el transporte y puertos bloqueados, llamados a huelgas generales y enfrentamientos violentos entre los partidarios de conservar el sistema actual y los revolucionarios, deseosos de pulverizarlo.
La presión internacional llevó a que el poder judicial hondureño cediera protagonizando un costoso precedente: la Injerencia política internacional doblegando a la justicia o por lo menos al sistema jurídico de una nación.
El tiempo dirá si valió la pena para Honduras pagar ese alto precio. En este caso la mercancía comprada trae, como el caballo que los troyanos le regalaron a los griegos (pero no tan ocultas en su interior) fuerzas hostiles que podrían complicar la situación del país centroamericano llevándolo a peores niveles que cuando la crisis del verano de 2009.
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