lunes, 30 de mayo de 2011

La margarita finita (De Vargas Llosa a Martí)

En torno a la disyuntiva que enfrentarán los peruanos el próximo 5 de junio,  crucial para ellos y para el equilibrio y la estabilidad de  la América nuestra.
 
La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar” es una frase célebre de Mario Vargas Llosa. Sin embargo,  él deshojó la suya hasta el final. Una falsa certidumbre ha convertido al laureado escritor en una ladilla (como decimos en Cuba y en Perú) por su incesante insistencia en el vituperio de la señora Keiko y su divulgada preferencia por el “menos malo”.
Una vez más se enfrentan en elecciones, representantes de los dos polos ideológicos que existen en la América latina de hoy. Dos candidatos que van a la segunda y decisiva vuelta electoral personifican esos polos en Perú.
Por el partido “Gana Perú” Ollanta Humala, claramente surgido y alineado en la tendencia Castro-Chavista de los países agrupados en el ALBA que propugna el puñetazo a la mesa del sistema vigente y promesas de una sociedad igualitaria y próspera que en la experiencia práctica de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua han demostrado como hacer prosperar la miseria y repartirla equitativamente entre la gente de a pie.
Keiko Fujimori es la candidata de “Fuerza 2011”, continuadora de la política pragmática adaptada a las reglas de juego vigente e inserta en la globalización. Política  con la que Chile, Brasil, Colombia y el propio Perú han conseguido notables crecimientos económicos en la última década.    
El líder de Gana Perú  ha fundamentado la campaña en renegar de su propia biografía de violento y autoritario con un discurso centrado en aclarar que donde dijo Diego dice digo. El complemento de ese disfraz de caperucita roja es apuntar al “apellido” de su oponente, hija de Fujimori,  quien sentó las bases del desarrollo actual del Perú y exterminó a los que Humala calificó de furza beligerante legítima, los terroristas de Sendero Luminoso. Pero el ex presidente en su última etapa ejerció un gobierno autoritario para liquidar a la delicuencia, irrespetó los derechos humanos de terroristas y criminales y toleró la corrupción encabezada por Vladimiro Montesinos, el tenebroso Jefe de Inteligencia durante su mandato.
Aunque la candidata de Fuerza 2011 no tiene en su alrededor ninguna figura autoritaria o vinculada de mala manera al régimen de Fujimori y aunque los hijos no tienen por qué cargar con los pecados de sus padres, el Nobel peruano sí que carga con el resquemor de su fracaso frente al "chino" en anteriores elecciones y así ha arremetido, con todo su  prestigio de escritor laureado, a favor del voto por Humala y en contra de Keiko.

                                                                       
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  La voluntad manifestada por los votantes peruanos  en las encuestas está muy parejamente repartida. Los medios masivos nacionales y en el extranjero han manejado directa e indirectamente la falsa tesis de que se trata de elegir el menor entre dos males posibles. La verdad es que esa visión es preponderantemente emocional. Ni el uno ni la otra han ejercido el poder y nadie sabe como cualquiera de los dos ha de comportarse  una vez que lo obtenga.
Entonces hay que basarse en la racionalidad y en la realidad de las dos políticas que prevalecen en nuestra región. La única certeza viene precisamente de a cual tendencia responde cada uno de ellos.  La idea central que sustenta la posición de Humala es la de la izquierda radical que abandera Hugo Chávez y consiste en culpar al “imperialismo yanqui” de todos los males. La teoría de convertir al Tio Sam en el totí del mundo de hoy, lejos de resolver los problemas de nuestros pueblos de América crea otros adicionales y sume al continente en una confrontación estéril y contraproducente.
Creo que es el momento adecuado para darles a saber a nuestros hermanos peruanos ideas  de nuestro más esclarecido pensador, José Martí:
 

*Ni ha de suponerse, por antipatía de aldea, una maldad ingénita y fatal al pueblo rubio del continente, porque no habla nuestro idioma, ni ve la casa como nosotros la vemos… ni se han de esconder los datos patentes del problema que puede resolverse, para la paz de los siglos, con el estudio oportuno y la unión tácita y urgente del alma continental… Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles.
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* Nuestra América, José Martí: Publicado en: La Revista Ilustrada de Nueva York, 10 de enero de 1891.
De contra:  Vea vídeo del Debate del domingo (pinche en lo subrayado)

1 comentario:

FELIX dijo...

Siguiendo la buena rima.




Lo sucedido en Perú es algo cotidiano en la politica de nuestros paises latinoamaericanos donde en elecciones hay un inmenso arcoíris de grupos o partidos que rayan en el ridículo, son muchos los afluentes que se forman como pasa con los grandes ríos. Es la misma agua, pero al dividirse ya no lleva la misma fuerza. Al final basado en las reglas electorales,los dos que mayor puntuación tengan son los que van a una segunda vuelta, y se elige al mejor, como dicen muchos,hay que escoger entre dos malos, "el menos malo" .

En mi opinión, si queremos tener una democracia que se parezca a la mejor democracia del mundo, debemos optar por ser pocos partidos. Muchas divisiones demuestran, más que tener motivaciones por servir al país, motivaciones personales para prosperar a través del poder político.
En Perú hay que estar ciego para no darse cuenta que Humala estuvo en el pasado con su verdadera imagen de golpista,de antiamericanistas,de antidemócrata, y de fácil cara de autoritarista. En él corre el mismo deseo de los Correas,Ortegas,Morales,y un Zelaya que estuvo a punto, esos secundones de Castro-Chavez que con su tan trajinado populismo se convierten despues en los nuevos Gaddafi, Al Assad, o Mubarat. Como a Humala le falló su traje etiquetado “Made in Chávez, en la primera ocasión en que aspiró, ahora el lobo se ha quitado ese traje poniéndose otro de abuelita.
Por su parte, la Fujimori aunque arrastra la sombra del lastre de su padre chino, nunca ha estado disfrazada. Por lo tanto, si los peruanos quiren mantener el buen paso económico que llevan en estos momentos, donde todos mueven a Perú como un similar de Chile.
Ojala y sea Keiko la que continúe con el buen paso del Perú, y no el Ollantá, que ahora luce ser una buena llanta, pero que después se puede desinflar evitando el buen correr peruano.
¡Cuidado y en el futuro de ganar Humala, no se repita el caso de Honduras, esta vez en la tierras de los "Incas"! !Dios quiera y no tengan que despertar de su cama a la tia solterona OEA,porque sabemos quien la mantien acostada todo el tiempo,mientras en A.L. se hace lo que les vengan en gana