jueves, 7 de febrero de 2013

Lo Normal no Quita lo Valiente

DE CUBITA LA BELLA
A propósito de la visita a Cuba del primer pelotero cubano de grandes ligas,  de la época de "El deporte derecho del pueblo" y de propiedad del estado.

José Ariel Contreras es un lanzador cubano exitoso en las grandes ligas americanas. En el año 2005 ganó la serie mundial con los medias blancas de  Chicago , siendo el abridor del primer juego  del playoff de 7 juegos. Con los equipos cubanos había acumulado importantes lauros. Tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro, Contreras es el segundo pitcher cubano de grandes ligas en rango, detrás de Orlando (el duque) Hernández. 
El pinareño abandonó el equipo nacional de Cuba en octubre del 2002 en México para dar el salto a las grandes ligas del béisbol profesional de  Estados Unidos , lo que constituye pecado capital en la teología Fidelista.

El Presidente General Raúl Castro ha venido implantando una serie de modificaciones que de modo sutil desmontan las más absurdas restricciones que en todos los campos fue sembrando la voluntad caprichosa y patológica de su hermano mayor. Tan pronto entraron en vigor la reformas aperturistas en las regulaciones migratorias, Contreras se dejó caer en la isla impulsado además por la circunstancia de que su mamá se hallaba en un trance de salud delicado. Él, de afuera hacia adentro, y Yoani Sánchez, de adentro hacia afuera se convirtieron en los pioneros que ponían a prueba (en parte) el alcance real de la reforma anunciada en eso que aguanta todo lo que le pongan, el papel.
El "big leaguer" se movió con relativa libertad, fue acogido calurosamente por la gente y no solo se distanció de la retórica al uso en el Versailles, sino que dejó claro que el motivo que lo sacó de su país fue alcanzar las más altas cotas en su carrera como deportista, y ningún otro. El billete no lo mencionó como motivación principal porque "en este mundo traidor" se da por sentado. A no ser que usted sea un santo. 

Sin embargo, esto que para los cubanos es noticia, novedad y un trocito histórico es lo común entre los atletas de grandes ligas dominicanos, panameños, venezolanos, mexicanos, japoneses, arubeños y etc., etc.,   etc.
Entre nosotros la normalidad fue rota por los que hoy dan un primer paso para en parte restituirla,  digámoslo claramente, por los victimarios de la normalidad.  Ya han habido comentarios y caritas en Miami porque el astro no siguió de oficio el guión que el exilio histérico considera obligación. Y van a haber más. "Caritas". No es razonable que ahora sean las víctimas las que pongan palos en la rueda.    



1 comentario:

Gloria dijo...

Decía una amiga cubana que lo que en todas partes es extraordinario, en Cuba es cotidiano, ej. que un cirujano vaya a romperse las manos sacando papas los domingos. Y lo que en todas partes es cotidiano, en Cuba es extraordinario, ej. preparar una comida decente para la familia, para alcanzar esto (si se logra, se ha invertido un esfuerzo descomunal).