La Comidilla del Día (IV)

Hoy, Sócrates y Aristóteles no van ni a una guarapera, ni a una cafetería, ni a un restaurante de comida árabe. Veamos de que charlan en la sobremesa y adonde fueron.

SÓCRATES: Se come rico aquí, mi hermano.

ARISTÓTELES: Y está bonito y acogedor el lugar, yo almorzaría aquí todos los días. Lo que pasa que en “El Cochinito”, como todo lo sabroso,  no se puede comer todos los días.

SÓCRATES: No, y al final te aburriría igual la carne'epuerco todos los días.

ARISTÓTELES: Bueno Maestro y ¿Por qué usted cree que el sonso que nos devuelve la vida en este blog nos invitó hoy a este lugar?

SÓCRATES: Elemental mi querido Aristóteles, elemental. Nos invitó no. Nos situó... Porque aquí lo que hacemos está supeditado a él.

ARISTÓTELES: Pero –gracias a Dios- no lo que pensamos.

SÓCRATES: Efectivamente, si algo no puede ser controlado desde afuera es nuestro pensamiento.

ARISTÓTELES: Ciertamente, pero en cuanto a lo del lugar y eso yo no lo tengo tan claro, Maestro. Acláremelo usted en su infinita sabiduría, si lo tiene a bien.

SÓCRATES: En las tres ocasiones anteriores y ahora también el “sonso”, como tú le dices, nos usó para discutir sobre la comidilla del día. Cuando hablamos de Libia nos puso en un restaurante árabe, cuando comentamos las revelaciones del chismoso cibernético y que publicaba puntillosamente EL País, de España, nos metió a tomar chocolate a la española  en pleno Madrid.

ARISTÓTELES: Muy cierto, pero perdóneme Maestro, todavía no vislumbro adonde quiere usted llegar. Y ,la verdad, en "La Comidilla del Día"   original, cuando aparecimos por primera vez no veo que hubiera relación entre la guarapera y hablar específicamente de la persona de Julian Assange.

SÓCRATES: Aristo, no he terminado todavía,  y la explicación a eso último es que al “Sonso” no se le había ocurrido aun en nuestra primera aparición,  ligar el tema de sobremesa con el lugar.

ARISTÓTELES: Bueno, entonces en definitiva ¿Que es lo que hay hoy?

SÓCRATES: ¡Compadre! ¿Todavía no lo ves? Aquí en El Cochinito, en plena calle 23 y el día siguiente del de ayer...

ARISTÓTELES: Ya me la llevé, pero por respeto no seré yo quien inicie el análisis del asunto delante de usted.

SÓCRATES: Pues mira te vas aquedar en esa y con ganas de aquello, mi querido y avispado discípulo de Platón  porque voy a remitirme a lo que el mismo Sonso recurrió el 4 de noviembre  pasado: Lo que no se puede decir, no se debe decir.

ARISTÓTELES: Si así es la cosa, vamos echando, Maestro. Lo invito al Coppelia.

SÓCRATES: ¡Vamos pues!