Cuando Vuelvan los Otros Caballitos

CUBA-CASTROLANDIA

A propósito de la pasada sesión de la Asamblea Nacional y de la próxima Conferencia del Partido Comunista de Cuba.

Mi tía me contaba el origen de una expresión que se usaba en el seno de mi familia. Familia cubana y por tanto más que extendida. De manera que la frase que evoco se conocía y utilizaba por una buena parte de la gente en mi pueblo natal. Ante el reclamo por un acontecimiento, por el cumplimiento de una promesa,  por  un regalo o alguna otra cosa, decir que esperara a “cuando vuelvan los otros caballitos” transmitía una esperanza a sabiendas falsa, es decir, una desesperanza o, mejor dicho, el desengaño necesario para las ilusiones vanas, como las avellanas, envuelto en el celofán del antecedente como consuelo. Porque la frase se originaba en el constante aplazamiento que la tía había sufrido en su niñez a su ilusión de asistir a la feria.

Se trataba de una especie de verbena que se establecía en al parque municipal, delimitada por cercado de guano y yaguas*. Consistía de juegos de azar, algodón de azúcar, fenómenos en exhibición, casas de espejos y los aparatos mecánicos para montar, carros locos, estrella, sillas voladoras, avioncitos, los botes –que se impulsaban movidos por cuerdas- y el carrusel de caballitos. Este último atracción emblemática de la grey infantil, que terminó sustituyendo en el habla popular verbena o feria por “los caballitos”.

Hace poco, en diciembre se reunió en Cuba la Asamblea Nacional que solo lo hace regularmente dos veces al año. Se esperaban, se anunciaron cambios significativos para la “actualización del socialismo” al decir de las máximas autoridades. Se generaron expectativas esperanzadoras, especialmente alrededor de las draconianas regulaciones migratorias establecidas en la isla. No pasó nada.

Ahora se aproxima la Conferencia del Partido único que rige los destinos del país de acuerdo con la Constitución vigente. Hace menos de un año que se celebró un Congreso donde se fijó para este enero efectuar la conferencia, supuestamente para amarrar los cabos sueltos del recambio de generaciones al frente de Cuba.

Me leí los estatutos del partido para ver las diferencias entre un congreso y una conferencia. Lo esencial es que el contenido y forma de la Conferencia lo determina el Buró Político, mientras que el Congreso, al menos estatutariamente, es competencia de todo el Comité Central.

Aparte de la diferencia de número entre el Comité Central (115) y el Buró Político (15), la diferencia etaria es decisiva porque en el órgano supremo que corta el bacalao, más de la mitad de sus miembros está constituida por septuagenarios.

A lo de los viajes hacia fuera y dentro de la isla, la Asamblea dijo lo mismo que la Conferencia le dirá a la renovación  generacional de los mandamases: Cuando vuelvan los otros caballitos.   

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* Guano: pencas de las palmas; Yagua: tejido fibroso que rodea la parte superior y más tierna del tronco de la palma real, del cual se desprende naturalmente todas las lunaciones.