jueves, 3 de enero de 2013

Quinta Columna en el Capitolio

A propósito de la solución  del abismo fiscal a medias e  "in extremis" por el Congreso de EEUU.


 La expresión "quinta columna" se ha usado más apropiadamente para situaciones de guerra ya que proviene de la guerra civil española. Se alude al hecho de  que cuatro columnas que respaldaban la república  se dirigían a Madrid,  mientras,  en la capital una quinta columna con simpatizantes del alzamiento franquista venían trabajando a favor de Franco. La he utilizado en el título a pesar de que el asunto legislativo no es bélico porque la división partidista está obrando desde dentro en contra de la estabilidad económica y política de Estados Unidos. Yo diría desde el corazón del gobierno federal. Se trata de una guerrita de pan duro entre los dos partidos beligerantes.

 A raíz de la última contienda en torno a las exenciones tributarias, los recortes de gastos  y el techo de la deuda se ha evidenciado que en la trabazón legislativa, los dos líderes de las respectivas mayorías de senado y cámara acaparan una mayor cuota de responsabilidad. En el senado el vicepresidente Biden tuvo que intervenir en el tira y encoge cuando Harry Reid, líder de la mayoría demócrata, se plantó inflexible ante las propuestas de su contraparte Mitch McConnell. En la cámara, si bien su presidente el republicano Joe Boehner se mostró más conciliador, una vez más fue ninguneado por sus compañeros de partido que no respaldaron el acuerdo previo a que había llegado con la Casa Blanca.

Así las cosas, el pulseado bipartidista se prolongó hasta la última hora del primer día del año, cuando se alcanzó un acuerdo de mínimos respecto a los impuestos y se postergó para días venideros el problema de los ajustes del gasto y aumentar el límite de la deuda que en un par de meses alcanzaría su tope actual.

La quinta columna obedece a que los republicanos cada vez que cedan en un consenso y se consiga aprobar las leyes, aunque sea en un acuerdo que esté más cerca de sus aspiraciones iniciales que las de los demócratas,  aun así pierden. Un congreso eficiente de todas maneras favorece la gestión del presidente que es al que tienen "atravesado" los sectores más reaccionarios e incluso racistas (que los hay) dentro del caucus republicano.  El alivio del día primero ya ejerció efectos beneficiosos en los mercados mundiales, pero en las próximas semanas sufriremos nuevas angustias. Es como dice la frase de Berman que tengo de divisa en la portada de este blog, la ideología tiene atrapados a los miembros más intransigentes del congreso y esto hace que el resultado práctico sea como si una quinta columna operara desde el Capitolio.

NB: Los cubanos de la Florida votaron así: Marco  Rubio fue uno  de los 8 votos en contra en el senado. Su voto ni pinchó ni cortó; Ileana Ross Lethinen y Mario Díaz Balart votaron a favor en la Cámara y con sus votos ayudaron a que el conseso se concretara finalmente y a   salir del impasse. Bien por ellos.

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