lunes, 29 de abril de 2013

Ciencias Sociales ¿Ciencias?

Acerca del poderío de las ciencias naturales y la impotencia absoluta de las ciencias sociales.

Los avances realizados por la humanidad en Física, Química, Astronomía, Medicina y otras ciencias puras y aplicadas han desentrañado leyes y regularidades de la realidad, conducentes a incontables aplicaciones que han impulsado el progreso constante del nivel de vida de nuestra especie y algunas otras de las que se ha preocupado y ocupado el hombre.
Especialmente los físicos nos asombran con sus revelaciones inquietantes sobre el universo. Aseveraciones difíciles de encajar dentro de nuestra racionalidad común. Un ejemplo de esto sería la paradoja de los gemelos. El lector interesado puede revisarla haciendo click AQUÍ. En realidad muchas cosas a las que nos hemos acostumbrado en nuestra vida diaria son más dignas de asombro que las jugarretas con el tiempo y la teoría de la relatividad especial. La televisión, internet, los viajes espaciales, los trasplantes de órganos y las observaciones meteorológicas son algunos ejemplos de las maravillas ordinarias de nuestra cotidianidad. 
En cambio ¿Qué ocurre con los acontecimientos sociales? Impotencia absoluta de la ciencia. En problemas tales como las fluctuaciones del mercado financiero o, por ejemplo, hacia donde evolucionará la crisis política de Venezuela o el desastre de la economía de España no existe una aproximación científica que nos revele siquiera cual es la tendencia más probable, aunque muchas veces lo pretenden para estrellarse con la realidad. Esto contrasta con la exactitud rigurosa con que se puede predecir la ocurrencia de un eclipse solar o la trayectoria de un cometa o de un asteroide que se aproxime a la Tierra.
La peculiaridad de los fenómenos sociales no es solo su complejidad. El problema radica  en que la interacción entre las muchas variables que los componen determina que el todo sea más y muy diferente que la suma de sus partes.
Verdaderamente ya tenemos en las computadoras modernas los instrumentos capaces de procesar una enorme cantidad de datos. Lo que nos falta para incorporar la verdadera ciencia al estudio de los fenómenos sociales es una gran teoría unificadora que oriente sobre la clase de datos que necesitamos o cuáles son las interrogantes críticas que debiéramos plantear. Nos faltaría el Newton o el Einstein  de la Sociología.
Termino, para ser justo, admitiendo la ventaja que tienen los científicos como Newton, Einstein o Heisemberg. El universo físico se rige por leyes complicadas pero la naturaleza no hace trampas. Los gobernantes, los políticos, los medios, los banqueros y hasta los ciudadanos comunes mienten y escamotean   datos y pareceres. De modo que aún si contáramos con una teoría de la relatividad social nos toparíamos con un obstáculo insalvable: la mentira fresca a tutiplén.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto, si todo el mundo se comportara de acuerdo a la "ciencia de la decencia" los cálculos serían más fáciles.

Entonces evasión de impuestos, corruptelas de toda naturaleza, especulación desmesurada, etc., etc., etc., dejarían de ser variables confusoras.

Unknown dijo...

De acuerdo. Pero aun no bastaría con eso. Todavía no contamos con una teoría sólida, como las que existen en la Física. Aun con datos fidedignos ignoramos* las leyes que rigen el movimientos social y de los mercados. Y GRACIAS POR COMENTAR.

*aunque economistas, sociólogos y particularmente "cubanólogos" crean lo contrario.