jueves, 6 de octubre de 2011

Bioética y la Verdad Controversial (I)

La falsía es fácil, la verdad es difícil (George Eliot , novelista inglés)
La revista Lancet publica en su número del  1 de octubre un interesante  artículo editorial  sobre el manejo de la verdad por  el médico con su paciente. Las consideraciones que hace me llegaron muy de cerca porque en meses recientes una ex alumna mía, del grupo de las brillantes durante la carrera y del más reducido de las de excelencia después de graduada en la práctica profesional, falleció de cáncer. Pasó sus últimos meses de vida alejada de sus hijas, de sus afectos, en un país extraño y hasta adversario,  eso sí,  generoso y pródigo en la atención de salud con necesidades puntuales de extranjeros debidamente canalizadas, pero que en el caso de esta destacada neurocirujana era en realidad una batalla perdida de antemano.
Lo que quiero desbrozar tiene que ver con la dramática disyuntiva que se le plantea al médico, a los familiares cercanos y al propio paciente con el manejo de una enfermedad claramente terminal, al margen de milagros auténticamente milagrosos.
Créanme que como familiares, como pacientes y claro como  profesionales de la salud  cada quien se va a ver avocado a la intensa situación de decidir acerca de afrontar la verdad o desvirtuarla, cuando la voluntad de Dios (según los creyentes) siempre inescrutable para la ciencia más exacta será la que decida. Porque se trata de unas circunstancias en que eso de “la verdad os hará libre” puede que no resulte y termine por  haceros esclavos de un combate estéril.
Como tuve el  fin de semana bien complicado y además el blog está reñido con la extensión,  esta entrada de hoy no es más que una introducción al tema.
Hechos prácticos, diferencias culturales, circunstancias casuísticas que analizaremos pueden gravitar sobre esa decisión que como familia, facultativo o paciente protagonista se nos imponga tomar. Pocas veces será decir la verdad o no, un asunto tan controversial. ¿Rendirse a un final digno y en compañía de los seres queridos y lo que se pueda disfrutar, o empeñarse en una batalla que además de resultar estéril, puede ser un calvario que las técnicas y la insistencia (o talvez la tozudez) médica podría hacer más doloroso y ensañado que el que Cristo sufrió en la cruz? 
Intentaré en la próxima entrega encontrar pautas que contribuyan a establecer las circunstancias y condiciones que pudieran ayudar a elegir el camino indicado ante la encrucijada final que la vida puede deparar. 

2 comentarios:

Gloria dijo...

Este es un tema verdaderamente difícil, con muchas aristas y consideraciones particulares que hacer. Saber la verdad dependerá de si el paciente quiere saberla o no. Si resulta dejarle una pequeña puerta abierta a la que pueda asirse.
Supe de un neurocirujano cubano, cuyo nombre se me escapa aunque lo conocí personalmente, de hecho hasta operó a mi madre (lagunas propias de la edad) al que le diagnosticaron un cancer de pulmón. No aceptó tratamiento alguno y a partir de ese momento fumó más que nunca, bebió y parrandeó hasta el cansancio y en un año murió. Si lo hubieran sometido a cirujía o quimioterapia quizá hubiera sobrevivido dos años, pero con que calidad de vida.
Resumiendo, con respecto a este asunto escabroso lo más seguro es que "quien sabe".

Creo que no te he ayudado gran cosa, pero te repito estas situaciones requieren una valoración personalizada.

pata tiesa dijo...

Yo, por mi parte, tengo una persona amiga muy cercana, que tambien le dijeron que tenia una "masa" en el pulmon derecho y que tendria que hacerse CT scam etc. a lo cual ella le contesto que la dejara en paz y tranquila. hasta la fecha, (tres años) no ha tenido sintomas, se siente de maravillas. sin embargo, otro familiar mio, lo "cocinaron" y al fin sucumbio. Cuando el cancer lo tocan, es como un hormiguero que se esparce cuando le molestan. si vas a durar un año mas pero todo hodido, quedate tranquilo, ahora, si la cosa es de cortar de raiz, quien sabe..(perdone el medico)..