lunes, 19 de marzo de 2012

El Mar de la Serenidad

Variaciones sobre un tema de Reinhold Niebuhr
No es el accidente lunar conocido como Mar de la Serenidad, cuya foto aparece al lado,  de lo que versa esta entrada. Traigo un archiconocido fragmento de la oración de la serenidad, del teólogo estadounidense  Reinhold Niebuhr:

 Señor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
 valor para cambiar las cosas que puedo y
 sabiduría para poder diferenciarlas.
Menudas tres peticiones. Condensan todo el verdadero arte de vivir. Por eso mismo, implican poseer capacidades divinas.
¿De qué vale atormentarse vanamente por infortunios cuya solución nos es definitivamente ajena? Si no hay nada que podamos intentar hacer que conduzca a modificar favorablemente una situación adversa, carece de sentido desesperarnos en vano y gastar un solo minuto de nuestra limitada existencia en quejas y lamentaciones estériles o regodearnos en el dolor.

Al mismo tiempo, la vida no vale nada, al decir de Pablo Milanés, si la pasividad o el miedo nos paralizan e impiden que emprendamos acciones que pueden revertir las inconveniencias o miserias que nos torturan, cuando hemos identificado racionalmente  los modos y maneras de favorecer un cambio en esas situaciones indeseables.

Y la tercera habilidad que Niebughr  implora en su oración es la más importante de las tres. Justamente identificar inequívocamente las cosas que puedes cambiar de las que no. Ahí es donde el jején puso el huevo.
Lo que parece improbable es que un dios cualquiera esté dispuesto a compartir cualidades divinas con ninguno de nosotros los mortales. Entonces, en mi opinión, el valor de esta plegaria radica en esforzar nuestro pensamiento en discernir esas tres reglas de oro en la medida de nuestras posibilidades. Examinar con lupa las causas de cada desasosiego importante que nos atenace e intentar catalogarlas adecuadamente con arreglo a estos preceptos, y finalmente actuar  o no en consecuencia. No siempre vamos a acertar, pero al menos tendremos una pauta para tomar una dirección determinada y ya con eso alcanzaremos algo de sosiego y en no pocos casos simplemente conseguiremos pasar página.

No hay comentarios: