lunes, 28 de noviembre de 2011

Los Unos y los Otros

En torno a un blog exitoso y la maledicencia bipolar
Mal que le pese a unos y otros (ya aclararé a quienes considero los unos y los otros) me atrevería a especular que cerca del 100% de la diáspora cubana que conserva un mínimo interés en la suerte de su país y  accede a internet,  lee con mayor o menor asiduidad el famoso blog "Generación Y".
No creo que haya -hasta ahora- una mejor ventana para asomarse desde el exterior al acontecer en la isla caribeña. Estimo que, a semejanza de los espejuelos bifocales, nos brinda el necesario doble enfoque. La visión corta, al tanto del suceder cotidiano,  junto a la perspectiva  de la evolución mediata y esa necesaria mirada de incertidumbre y previsión simultáneas de cara al futuro.
Los extranjeros han sabido apreciar la calidad en forma y contenido de esta escritora contundente, surgida a ciberespacio puro. Su prosa, como puede ser el mar de Varadero, es profunda y trasparente al mismo tiempo. Y perdonen esta imagen “picuda”*  que sirve para revivir un adjetivo moribundo de la jerga cubana. Ha sido premiada desde todas partes y niveles, mientras que los seguidores de su blog suman millones.
Los unos son los que desde el oficialismo dentro de Cuba acusan a Yoani de medrar con la crítica al gobierno, aunque en realidad sería más exacto decir que ella critica al modo de gobernar. Los otros son  "los intransigentes", esos duros combatientes por control remoto, capaces de tragarse un erizo de mar sin masticarlo,  sentados ante un teclado o frente a una cámara de televisión, un micrófono de radio o, peor aun, con una pluma procaz. Eso sí, a un mínimo de 90 millas de las costas cubanas.
Más allá de,  e incluso sin nada que ver con los contenidos y opiniones vertidas en el blog Generación Y, existen dos razones básicas que mueven a la gente que insulta, calumnia  o expresa animadversión contra Yoani. Una: Se sabe que la envidia es el adversario de los más exitosos y el éxito de esta bloguera ha sido apabullante. La otra: En los escritos de esta crítica acerba del régimen de gobierno que impera en la isla no se trasluce odio. La propia autora no se siente militante de un bando u otro. Sus expectativas de un futuro mejor no parecen acompañadas del ritornelo agraviante de los enfrentamientos revanchistas y el contrapunteo infinito, antes bien transparenta un cierto intento de comprensión y deseo de aplicación práctica del apotegma martiano de una nación con todos y para el bien de todos.
Los unos y los otros, aunque  en orillas opuestas comparten una misma cualidad esencial: Son cultivadores del odio. Por cierto, en ese sentido se constituyen en seguidores fieles del Ché**  .
El odio, en las condiciones particulares de la Cuba real que cumplirá 53 años el próximo 1ro de enero, es uno de los baluartes del statu quo porque no conduce a nada. El acercamiento de posiciones, la atenuación o gradualidad de las exigencias y expectativas de las partes, la comprensión de la naturalidad de las discrepancias, sin cesiones en la dignidad humana, pueden ser los impulsores efectivos de un cambio integral que ya se entiende por todos como una necesidad impostergable. Hay quienes le temen como hay quienes se desesperan por su tardanza, lo cual es comprensible en ambos casos. Por eso sería oportuno meterle vaselina. Pero están además los que lo obstaculizan y retardan, esos unos y otros que exacerban y amasan con fruición el odio. Estos últimos me parecen, con perdón,  fanáticos del título de una famosa película de Errol Flynn: Contra todas las banderas.    
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* Picudo, picuda (cubanismo en desuso): vestir, actuar o  hablar llamativo, ridículo, pretensioso, malogrado y de mal gusto. Todo mezclado.
** "El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar".- el Ché Guevara en su mensaje a la Tricontinental.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a comentar únicamente para hacerte el favor, porque me he fijado que nadie más lo hace. Analízate, cualquiera de los unos y los otros son más felices que tú, que en definitiva no te decantas por ninguno y crees tener la verdad absoluta en la mano. Tu post no aporta, copia al carbón de quien lo escribió. Evidentemente la "obra" - tu post - no podía ser superior al creador - tú. Te deseo mejor suerte en el futuro.

Unknown dijo...

Gracias, anónimo por el favor.